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Brown lleva al laborismo británico a la mayor derrota en 100 años

El Partido Laborista del primer ministro, Gordon Brown, ha cosechado una derrota histórica en las europeas, donde quedó en tercera posición con un 15,3% de los votos.

el 16 sep 2009 / 03:59 h.

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El Partido Laborista del primer ministro, Gordon Brown, ha cosechado una derrota histórica en las europeas, donde quedó en tercera posición con un 15,3% de los votos. Es el peor resultado de los laboristas desde 1910, cuando el partido aún era minoritario.

Los laboristas cayeron siete puntos con respecto a los comicios de 2004 y fueron superados claramente por el Partido Conservador de David Cameron, que fue votado por un 28,6% de los electores, casi dos puntos más que hace cinco años.

Se daba por descontado que los tories ganarían con claridad a los laboristas, pero lo que hace más dolorosa la derrota del partido en el Gobierno es haber sido superado por el anti europeo UK Independence Party, que recibió el 17,4% de los votos. Queda aún por conocer el reparto de votos en Escocia (con seis escaños en juego) y en Irlanda del Norte (con tres escaños), que podría incrementar ligeramente (hasta el 16%) el porcentaje total de voto para los laboristas en el conjunto del Reino Unido, según una proyección de voto elaborada por la cadena pública BBC.

A falta de conocer cómo se distribuirán esos escaños, las urnas dieron 24 europarlamentarios a los tories, 13 al UKIP, 11 a los laboristas, 10 a los liberal-demócratas, dos a los Verdes, dos al ultraderechista BNP y uno al nacionalista escocés Plaid Cymru.

La derrota de los laboristas se produjo en todos los frentes y fue especialmente significativa la sufrida en el País de Gales, donde cayeron 12 puntos y donde, por primera vez desde el año 1918, no fueron la fuerza política más votada en unas elecciones. En distritos como el del suroeste de Inglaterra los laboristas no consiguieron ni uno solo de los escaños en juego y cayeron hasta la quinta posición, con un 8%.

Este resultado vuelve a cuestionar el liderazgo de Brown, sólo 48 horas después de que se viera forzado a acometer una remodelación de su Ejecutivo por el mal resultado cosechado por el laborismo en las elecciones celebradas para elegir a 34 autoridades locales, en paralelo a los comicios para el Parlamento de Estrasburgo. Brown ha recibido fuertes presiones desde su propio partido y de ex miembros del Ejecutivo para que renuncie y deje paso a un candidato que pueda afrontar con posibilidades de éxito las elecciones generales que se deben celebrar antes de junio de 2010.

Pero Brown, que ya estuvo entre la espada y la pared en el verano de 2008 a causa del colapso del sistema financiero y que consiguió sobrevivir contra todo pronóstico, ha insistido en que seguirá adelante, convencido de que es la persona adecuada para recuperar económica, política y moralmente al Reino Unido.

reunión. Pese al mal resultado de las europeas, probablemente defendió su capacidad como líder en la reunión que celebró ayer con el grupo parlamentario laborista, donde un grupo de diputados no identificados hasta la fecha hizo circular una carta en la que se pide su dimisión, y tuvo que aceptar la dimisión de su secretaria de Estado de Medio Ambiente, Jane Kennedy, que se sumó ayer a la serie de ministros y altos cargos que han abandonado en los últimos días el Gobierno. Según un portavoz de Kennedy, ésta ha sido despedida, porque no garantizó su lealtad al primer ministro, pero fuentes del Ejecutivo insisten en que fue la interesada la que llamó al jefe del Gobierno para irse.

Por su parte, los tories celebraron ayer la victoria, tanto en las europeas como en las locales, y consideraron que es un adelanto de lo que ocurrirá en las próximas elecciones generales, mientras que los laboristas hicieron propósito de enmienda.

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