La Unión Europea (UE) respalda la política francesa de impedir el paso en Ventimiglia-Menton de trenes italianos con inmigrantes. La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, avaló ayer la decisión de París de bloquear el domingo el paso de trenes desde Italia para frenar la llegada de inmigrantes tunecinos tras recibir por carta explicaciones de París y tras reanudarse ayer por la mañana el tráfico ferroviario.
"Hemos recibido esta mañana -por ayer- una carta de las autoridades francesas que nos explican que (el corte de tráfico ferroviario) se debió a una cuestión de orden público, que fue una interrupción temporal y única y que ahora el tráfico pasa normalmente", explicó Malmström en rueda de prensa. De acuerdo con esta información, prosiguió la comisaria de Interior, las autoridades francesas no habrían vulnerado el código de fronteras del espacio Schengen. "Aparentemente, tenían derecho a hacer esto", resaltó.
Malmström señaló que el Ejecutivo comunitario "sigue de cerca" la situación y ha pedido a París y Roma que dialoguen para resolver su disputa. "Estamos en contacto con las autoridades italianas y francesas, les pedimos explicaciones y las recibimos", indicó.
"Sólo puedo animar a las autoridades francesas e italianas que sigan en contacto e intenten resolver este conflicto entre ellas", reiteró la comisaria de Interior. "Lo que falta hoy en Europa es liderazgo y solidaridad", lamentó Mamlström. La Comisión está dispuesta a presentar propuestas para poner en marcha una política de inmigración y asilo común pero pide a los estados miembros que "asuman sus responsabilidades de liderazgo para en sus debates nacionales explicar toda esta situación", insistió.
Permisos temporales. Bruselas tampoco ve "ningún problema" en que Italia dé permisos de trabajo temporales a los alrededor de 20.000 inmigrantes tunecinos llegados a sus costas a raíz de las revueltas ciudadanas en el norte de África porque es su "competencia". Varios países, como Austria, Reino Unido, Polonia o Eslovaquia, han criticado esta política por considerar que traslada los problemas a otros estados miembros.
En todo caso, la Comisión resaltó que estos permisos "no dan derecho automáticamente" a viajar a otros estados miembros. Los inmigrantes deben estar en posesión además de un documento de viaje y suficiente dinero para mantenerse, entre otros requisitos, según recordó el portavoz de Interior, Michele Cercone.
Por lo que se refiere al refuerzo de los controles en Francia y otros países para evitar la entrada de estos inmigrantes, el portavoz indicó que las reglas de la UE impiden los controles fronterizos dentro del espacio Schengen, pero permiten controles policiales "no sistemáticos".
Además, los estados miembros pueden reintroducir temporalmente los controles durante un periodo determinado de tiempo por razones de orden público, como ya se ha hecho para grandes acontecimientos deportivos, notificándolo con antelación a Bruselas. En casos urgentes, como el que alega Francia, es posible adoptar medidas e informar posteriormente a la Comisión.
El portavoz explicó que el Ejecutivo comunitario verifica "regularmente" si los países aplican correctamente estas reglas, pero destacó que las competencias en materia de control de fronteras corresponden fundamentalmente a los estados miembros. "La Comisión actúa normalmente basándose en quejas, y hasta este momento no hemos recibido ninguna. Si recibimos una protesta o alguna información de que las reglas no se están aplicando correctamente, por supuesto actuaremos", explicó Cercone.
Como consecuencia de las revueltas en el mundo árabe, desde el pasado mes de enero más de 20.000 tunecinos han arribado a la isla italiana de Lampedusa. La Unión Europea pidió "no exagerar el peligro migratorio", pero lo cierto es que los 27 países se niegan a acoger a los sin papeles que llegan a Italia.
