El ex presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, quiere impulsar un movimiento ciudadano contra la política antiterrorista del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero similar al que ya protagonizó durante la pasada legislatura y que sacó a la calle a miles de personas.
Alcaraz, que abandonó la presidencia de la AVT el pasado mes de abril y que ahora está al frente de la asociación de víctimas Verde Esperanza, ha decidido además impulsar la plataforma 'Voces contra el Terrorismo' para, a través de ella, alzar la voz contra la política antiterrorista del Ejecutivo, según explicó el propio Alcaraz a Europa Press.
El ex presidente de la AVT lideró durante la pasada legislatura un frente contra las decisiones del Gobierno en materia antiterrorista y la negociación con ETA, lo que llevó a la asociación a manifestarse hasta ocho veces en las calles de Madrid congregando a miles de ciudadanos.
Ahora, su intención es retomar la "rebelión cívica" y el primer manifiesto de la plataforma apunta a este movimiento como lo único que logró evitar en el pasado que el jefe del Ejecutivo "acabara por conceder todas y cada una de las reivindicaciones por las que ETA lleva cuatro décadas matando, extorsionando y amenazando".
Por ello, se plantea retomar las grandes movilizaciones para demostrar que los ciudadanos están "hartos" y exigir la expulsión de ANV de las instituciones. "Zapatero no tuvo reparo en permitir que el brazo político de los terroristas regresara a los ayuntamientos de los que los demócratas habíamos conseguido expulsarles en el año 2003 -criticó-. Ni siquiera los posteriores asesinatos cometidos por ETA han conseguido que el Gobierno rectifique y expulse a los terroristas de esos ayuntamientos a los que nunca debería haber vuelto".
De esta forma, centra sus reivindicaciones en la disolución de los consistorios gobernados por ANV, evitar que reciban dinero del fondo del Gobierno destinado a los municipios, la revocación de la resolución del Congreso que permite el diálogo con organizaciones terroristas si se cumplen determinadas condiciones y el respeto al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo.
