Arturo Fernández (PA), concejal de Juventud, Cultura y Festejos de Alanís de la Sierra, ya consultaba días atrás la predicción meteorológica por internet. "Desde las 6 de la tarde del viernes decía que dejaba de llover". A las ocho llegó el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, por primera vez en la inauguración de estas famosas Jornadas Medievales. Los operarios iban y venían con banderas, estandartes, postes, alpacas de paja, todos mirando las nubes... "Esto es un locura con tanta gente por aquí", confesaba el edil durante el montaje previo. Las lluvias cedieron y las actividades comenzaron sin mayores incidentes ni retrasos.
"Este año contamos con más participación del pueblo, el torneo medieval de cintas a caballo está hecho por jinetes de aquí", asegura Arturo Fernández. Hoy domingo a las 18.30 el público tiene la oportunidad de disfrutar de ello en el castillo, monumento apropiado que recobra vida cada año. Esta localidad de la Sierra Norte recrea el ambiente de una villa medieval, aunque con un aire más alegre y divertido que el de esa época oscura, según nos contaron algunos historiadores. En el programa también es interesante la Ronda musical que tiene lugar hoy las 21.00 horas.
La agenda se desarrolla por la tarde, aunque las calles y el mercado ya recrean desde las 13.00 horas el ambiente jovial de un Medievo sin inquisidores, leprosos ni criaturas infernales. Cabe destacar una escasa participación del mester de clerecía. Al contrario del mester de juglaría. El conocido grupo sevillano Artefactum fue el encargado la actuación musical de este sábado en la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. Maskarada, el espectáculo inaugural del Circo de la Victoria, repetía y cerraba la jornada del sábado, tras el regreso de las cruzadas del Conde de Burra, una representación del grupo de teatro local en la ermita de San Juan. Los vecinos del pueblo también se disfrazan y contribuyen a este gran parque temático.
La Feria Medieval ha crecido y copa más calles. "Hemos dejado a gente fuera, demasiadas solicitudes de artesanos, puestos de agroalimentación, ceramistas, etc.", explica el edil. Una de las novedades es la creciente participación del público infantil, con una zona más grande tras la iglesia. "Los jóvenes del proyecto Ribete venden sus productos en los puestos, el dinero recaudado se donará a una ONG". Otra de las novedades es una de las avenidas del pueblo decorada con figuras y totalmente iluminada con velas. Exposiciones de trajes, talleres para los niños y otros espectáculos callejeros animan esta localidad de la Sierra Norte durante el fin de semana. A las 23.30 horas finaliza esta noche el viaje al pasado y se cerrará este capítulo de la historia con un pasacalles final y los fuegos de artificio.
La inversión total del proyecto asciende a 70.000 euros. "Estas Jornadas Medievales constituyen, sin duda, un instrumento de reactivación económica y un escaparate privilegiado para poder mostrar al exterior todo lo que Alanís y los alanisenses pueden ofrecer, no sólo durante estos tres días, sino el resto del año", señalaba el alcalde de la localidad, Cecilio Fuentes, en la presentación del programa. En este caso, no cabe duda de que el presente ha crecido porque miró al pasado. "En los dos cajeros automáticos del municipio salieron unos 36.000 euros las pasadas Jornadas Medievales", apunta el concejal de Cultura acerca de los informes que maneja el Ayuntamiento. "Si hace 8 años, cuando empezó este proyecto, existía en Alanís de la Sierra un único alojamiento rural, ahora hay diez casas rurales", explica Arturo Fernández en relación al impacto económico de esta actividad. Los principales beneficiarios son los comercios, bares y establecimientos del pueblo.
El pasado año asistieron unas 15.000 personas durante los tres días de espectáculos. Este año las estimaciones de los responsables municipales apuntaban a unos 18.000 visitantes. "La mayoría vienen de la comarca de la Sierra Norte, Sevilla capital y también algunos pueblos extremeños cercanos". El Ayuntamiento mira al futuro y estudia la creación de un festival de teatro medieval el próximo año, a celebrar en el castillo durante el verano. Se trata de un programa de ocio que podría unirse a las Jornadas Medievales. "Queremos una escuela de teatro comunitario para niños, jóvenes y adultos con la gente del pueblo", sueña Arturo Fernández.
