Cajasol salvó el primer ejercicio tras la fusión de El Monte y San Fernando con un beneficio neto consolidado (entidad más el grupo empresarial) de 197 millones de euros, un 5% más que la suma de las dos entidades en 2006. Y esto, a pesar de que tuvo que asumir en sus cuentas el impacto de los costes de la integración y el mal comportamiento de la bolsa.
Con sólo siete meses de vida a sus espaldas, la entidad sevillana Cajasol, logró salvar la cuenta de resultados del ejercicio 2007. El beneficio neto consolidado ascendió a 197 millones de euros, un 5% más que la suma de las ganancias agregadas de El Monte y Caja San Fernando en 2006, según fuentes de la entidad, que precisaron que el beneficio antes de impuestos sólo aumentó un 1,7%, hasta alcanzar los 257 millones.
Este crecimiento fue posible a pesar del efecto negativo que tuvieron en la cuenta de resultados tanto el coste de la fusión (en concreto, los gastos generales de administración y personal, todavía demasiado elevados), como un mercado bursátil marcado por los altibajos, que no aportó buenas noticias al balance.
Entrando en detalle, el único de los márgenes que registró un comportamiento positivo fue el de intermediación -que recoge el negocio típico bancario resultado de prestar y captar dinero-, que creció un 14,5%, hasta situarse en 634 millones, mientras que el margen ordinario se elevó a 855 millones, un 1,04% más. La razón de este pobre crecimiento hay que buscarla en los resultados negativos de las operaciones financieras, o lo que es lo mismo, la inversión en bolsa no acompañó por los vaivenes en el mercado español, indicaron las citadas fuentes.
Pero además, el margen de explotación experimentó una caída del 9,8%, para situarse en los 387 millones de euros, a consecuencia del aumento de los gastos generales de administración y personal.
Este resultado pone de manifiesto que a la caja sevillana aún le queda mucho camino para funcionar como una sola (recientemente el director general, José María Ramírez Loma fue destituido y sustituido por Rafael López-Tarruella para enderezar la fusión e imprimirle más ritmo). La caja precisó que no se ha recortado en gastos administrativos porque sólo han pasado siete meses desde la integración, aunque el objetivo es ir ahorrando costes para ser más eficientes.
La entidad destacó el incremento de los créditos a la clientela, que se crecieron un 10,26%, hasta los 2.075 millones, de los que una mayoría aplastante fueron hipotecarios (más del 90% de los créditos concedidos), sorteando los últimos meses de desaceleración inmobiliaria, si bien, fuentes de la caja auguraron que la tasa de crecimiento no se mantendrá tan fuerte este año.
Cajasol destinó el ejercicio pasado 122 millones de euros a dotaciones para cubrir operaciones dudosas, lo que representa un 22% más que un año antes. Y es que en 2007 la tasa de morosidad repuntó varias décimas, hasta situarse en el 1,4%, un incremento que, a juicio de la caja, "no ha sido tan espectacular".
En el otro lado, Cajasol incrementó un 4,3% los depósitos captados de clientes el año pasado, un ligero crecimiento que la entidad achacó a la menor capacidad de ahorro tanto de las familias (en sus cuentas corrientes y de ahorro), como de las empresas.
