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Cajasol iniciará en marzo la obra de la Torre Pelli

Casi un año y medio después de la colocación de la primera piedra de la torre de Cajasol, diseñada por el arquitecto César Pelli, las obras arrancarán finalmente a principios del mes de marzo.

el 15 sep 2009 / 22:59 h.

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N. Jiménez / J. Alonso

Casi un año y medio después de la colocación de la primera piedra de la torre de Cajasol, diseñada por el arquitecto César Pelli, las obras arrancarán finalmente a principios del mes de marzo. El próximo miércoles, Pelli participará en una jornada organizada por la caja para explicar el proyecto y replicar así a las voces críticas.

Todo está preparado para el inicio de las obras del rascacielos de la Cartuja. Según fuentes municipales, los trabajos comenzarán en las primeras semanas de marzo. De hecho, Cajasol informó ayer de que las obras comenzarán "próximamente", razón por la que César Pelli participará el próximo miércoles en una jornada abierta a todos los ciudadanos en la que los técnicos de la caja defenderán la viabilidad económica del rascacielos, su aportación al entorno urbano, las soluciones a los posibles problemas de movilidad y la eficiencia energética de la torre. De esta forma, Cajasol responderá a la plataforma creada en contra del rascacielos, formada por organizaciones conservacionistas, ecologistas y arquitectos.

Tras acotar la zona y realizar los trabajos iniciales, la sociedad Puerto Triana tiene previsto que comience oficialmente el proceso de construcción de la torre en marzo. Esto no significa que se empiece a elevar la estructura de 178 metros, ya que los primeros trabajos afectarán al subterráneo: se crearán los muros pantalla y se realizarán los movimientos de tierra previos a la cimentación. Estos trabajos, según Cajasol, se adjudicarán "en pocos días" para comenzar posteriormente las obras.

Esta primera fase requerirá entre nueve y doce meses. Levantar la estructura de la torre necesitará otros 12 meses y restaría otro año -e incluso 18 meses más- para la instalación de todos los componentes. De cumplirse los plazos, el rascacielos estaría listo a principios de 2012.

Desde la colocación de la primera piedra, el 17 de julio de 2007, se han realizado trabajos de desmontaje del mobiliario urbano que existía en la parcela, se han desviado los servicios de luz, agua y gas. Desde julio de 2007, el proyecto se ha encontrado ante dos escenarios adversos. Por un lado, el económico, que obligó a la dirección de Cajasol a garantizar el pasado mes de junio que el proyecto se ejecutaría y que el rascacielos estará listo a finales de 2011 o principios de 2012.

Muchas son las voces que han apuntado que construir la torre en plena crisis no es lo más acertado. En segundo lugar, el informe de la entidad asesora de la Unesco, Icomos, que ha cuestionado el impacto patrimonial de la torre y que ha abierto un debate que no se cerrará hasta que se difunda el dictamen definitivo del organismo en defensa del patrimonio dependiente de Naciones Unidas.

En medio de estos dos debates, las obras para levantar el rascacielos empezarán en varias semanas, lo que evidencia que Cajasol sigue apostando por el proyecto.

La intención de la caja de ahorros sevillana es destinar un tercio del espacio de la torre para la sede administrativa de la entidad financiera (la institucional permanecerá en la Plaza de San Francisco) y las otras dos terceras partes, que suman alrededor de 30.000 metros cuadrados, para oficinas en alquiler.

No obstante, su comercialización no comenzaría hasta un año antes de la terminación de la obra. Cajasol recordó ayer que más de cien empresas se han interesado ya por el alquiler de oficinas en el edificio, si bien este panorama puede haber cambiado sustancialmente por los efectos de la crisis económica.

El proyecto supone una inversión de 313 millones de euros, 45 millones más de lo previsto, si bien Cajasol matizó ayer que el presupuesto será de 311 millones. Cantidad en la que se incluyen los tres millones de euros para un área de congresos y eventos (4.000 metros cuadrados) que estará al norte de la parcela y que complementará a la zona deportiva y de restauración. En la torre trabajarán más de 4.000 personas y es previsible que lo visiten más de un millón de ciudadanos al año.

El rascacielos -de forma elíptica- tendrá 43 plantas, tres de ellas bajo rasante, y una edificación de 68.000 metros cuadrados repartidos en 50.000 para oficinas y el resto para restaurantes, una sala de convenciones, instalaciones deportivas y un mirador, que lo coronará.

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