La ciudad de Sevilla de mediados de los ochenta, desde donde se irradió al resto del país una suerte de Movida del Sur que trascendió a la música y se desarrolló plenamente en disciplinas como las artes plásticas queda reflejada en la publicación 21 años después de la revista Figura, que su autor, el artista jiennense Paco Lara-Barranco, presentó ayer en el Centro Cultural Cajasol. Fruto de su tesis de fin de carrera, esta publicación pretende ofrecer un testimonio de lo que fue el espíritu de una época, tomando como argumento el estudio de la revista Figura (primavera 1983-octubre 1988), por su gran contribución a la difusión del arte de vanguardia.
"Lo realizado por los miembros que integraron Figura, sin llegar a ser la panacea, tuvo una indudable importancia para la reactivación del panorama artístico sevillano, máxime cuando se trató de una acción llevada a cabo en un clima ciertamente reacio a la entrada de las nuevas tendencias artísticas. Naturalmente, sus aportaciones no fueron el único remedio a los déficits en los que se encontraba el débil tejido cultural de Sevilla, más bien pudo ponerlos de relieve: si no se comunican los resultados, generados por una actividad, resultan irrelevantes desde el punto de vista social", según explicó el autor en un comunicado.
"¿Cómo se puede tener presencia a nivel nacional, no digamos internacional, si no existe la plataforma que permita promocionar lo autonómico, lo local?", se pregunta el autor en el libro, que asegura que "ésta una tarea conjunta a llevar a cabo desde los agentes implicados en el desarrollo del tejido cultural".
