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Campaña de imagen del Sevilla

El Sevilla recibe al Karpaty Lviv en el Sánchez Pizjuán con la obligación de ganar para encarrilar la clasificación. Manzano hará cambios en el centro del campo.

el 03 nov 2010 / 21:19 h.

Negredo se escapa de un jugador ucraniano.

Una vez asumido y digerido el ridículo sevillista el pasado sábado en el Camp Nou, no puede haber mejor rival y mejor coyuntura para recuperar la moral y, de paso, encarrilar la clasificación para la siguiente ronda de la Liga Europa. El conjunto nervionense recibe en su estadio al Karpaty Lviv, rival ucraniano al que ya doblegó por la mínima hace 15 días y que en el Sánchez Pizjuán debe encarnar a la perfección esa imagen de perita en dulce que proyectó cuando se sorteó el grupo, a finales de agosto.

La victoria ante el conjunto de Lviv es obligada, por tanto, por dos razones, la puramente matemática y competitiva y por la moral y anímica. En el primer apartado este encuentro es el que le puede permitir al conjunto de Gregorio Manzano afrontar la parte decisiva de la liguilla del grupo J en posición dominante. Si suma los tres puntos se colocará con nueve a expensas de lo que ocurra en el otro encuentro del grupo, el que enfrentará al PSG y al Borussia Dortmund en París. En ningún caso la clasificación es posible esta noche, pero podría darse la circunstancia de poder sellarla con un empate ante los franceses en el Parque de los Príncipes en la quinta jornada. Más allá de combinaciones matemáticas, que a estas alturas son múltiples, lo que se juega el Sevilla es no ir con el agua al cuello a las dos últimas jornadas de la liguilla.

En el otro aspecto, el anímico y moral, también urge un triunfo y, si puede ser cómodo, mejor que mejor. El Sevilla debe y tiene que autoconvencerse de que lo ocurrido en Barcelona fue un accidente –de lo contrario, mal futuro le espera– y que, a priori, no tendrá que pisar el Camp Nou ninguna otra vez esta campaña. En ninguno de los objetivos del equipo hispalense, salvo la Copa, que se verá, tendrá que vérselas por ahora con rivales de la enjundia culé. Por eso es necesario recuperar la imagen de ese equipo fuerte en el Sánchez Pizjuán, vencedor, creador de fútbol y con pegada. Por eso es necesario, en definitiva, recuperar la cara amable del conjunto nervionense, la local. Tratándose del terreno de juego de la ciudad hispalense, todo es más fácil, claro está.

En cualquier caso, y salvo sorpresa de última hora, queda más o menos claro que Manzano no se deja influir por los golpes de efecto, negativos o positivos, que puedan acontecer en la temporada. El palo del Camp Nou quiere digerirlo con normalidad el de Bailén, por eso seguirá con sus planes estipulados. Refrescará el equipo, realizará rotaciones –Renato se queda fuera de la lista– en las posiciones en las que las lesiones se lo permiten y dará minutos a jugadores que los necesitan para reivindicarse. Esta figura de futbolista con necesidad de demostrar su valía le personifica a las mil maravillas Cigarini. El centrocampista italiano, ante la ausencia de su compatriota Guarente, se convetirá esta noche en la pareja de baile de Zokora en el centro del campo. Así lo ensayó ayer el jiennense en el entrenamiento a puerta cerrada. También probó el entrenador sevillista con Alfaro en la banda derecha, por delante de Konko, y con Capel en la banda izquierda. Estima el técnico que Perotti necesita algún descanso para recuperar su mejor tono.

Tres derrotas seguidas. La buena imagen mostrada como local por el Sevilla de Manzano debe valerle esta noche para cortar una desastrosa racha de tres derrotas seguidas en casa en Europa (CSKA, Braga y PSG). Desde luego, el rival, el Karpaty, sin nada que hacer ya en el grupo, parece a priori la víctima idónea. Con todo, hace 15 días algún que otro problema causó en Ucrania.

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