Ai Weiwei.
La policía de Pekín aseguró el miércoles que el artista y disidente Ai Weiwei ha quedado en libertad bajo fianza después de confesar los delitos económicos de los que se le acusaba y en consideración a la enfermedad crónica que padece.
Weiwei se comprometió a pagar los impuestos que, según las autoridades chinas, había evadido, informa la agencia de noticias oficial Xinhua.
La policía explicó que la compañía Falso Desarrollo Cultural de Pekín, controlada por el disidente, ha evitado supuestamente pagar una gran cantidad de impuestos y para ocultarlo, siempre según la versión oficial, ha destruido de forma intencionada importantes documentos contables.
El artista fue detenido a principios de abril por agentes de inmigración cuando se disponía a volar a Hong Kong por razones de negocio. Weiwei, quien ha expuesto en la galería Tate Modern de Londres y participó en la construcción del estadio olímpico de Pekín 2008, conocido como el Nido de pájaro , es uno de los muchos disidentes que han sufrido la represión de las autoridades chinas desde que estallaron las revueltas árabes.
De hecho, los disidentes chinos siempre han vinculado la detención del artista a sus opiniones políticas, críticas con el Partido Comunista de China, que monopoliza el poder y han restado credibilidad a las acusaciones de base económica.
Uno de los primeros medios occidentales en hablar con el disidente ha sido el alemán Bild, al que Weiwei sólo manifestó escuetamente “estoy bien, en casa, no puedo hablar”. La agencia china de noticias Xinghua también destaca el buen estado de salud del opositor.
El mes de diciembre de 2010 como a otros tantos activistas y disidentes, se le prohibió salir del país por temor a que pudiera acudir a la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz, que fue concedido a otro opositor encarcelado, Liu Xiaobo, quien permanece en prisión desde 2009, condenado a 11 años por subversión contra el Estado.
