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Con casa pero sin llaves

Eva está de enhorabuena, Emvisesa le adjudicó una VPO en alquiler. Pero el papeleo impide que entre en él pese a que su hija sale del hospital y no tiene ni dónde poner su cama articulada.

el 21 feb 2014 / 22:03 h.

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Eva Luna y Francisco Javier Gabella, junto a sus tres hijas de 11, 8 y 3 años de edad. / Manuel R.R. Eva Luna y Francisco Javier Gabella, junto a sus tres hijas de 11, 8 y 3 años de edad. / Manuel R.R. Por fin una buena noticia. A la familia de Eva Luna y Francisco Javier Gabella le han concedido un piso protegido en alquiler, tal y como solicitaron de forma urgente el verano pasado tras esperar 13 años a que le adjudicasen una vivienda de protección oficial (VPO). Tras quedarse los dos en paro, no tuvieron más remedio que dejar el piso en Rochelambert en el que pagaban 480 euros al mes para irse con los abuelos y los tíos a un piso de 70 metros cuadrados en las Tres Mil Viviendas. Tienen tres hijas: Marta, con tres años; Eva, de ocho y Esperanza, de once años. Ella, con una discapacidad del 96%, fue operada de nuevo, el pasado día 11, de espalda y necesitará en unos días, cuando le den el alta, una habitación con una cama articulada y una grúa. Su reposo es fundamental, según los médicos del Virgen del Rocío. Sin embargo, el piso nuevo no llega y en el que están «no hay espacio para montar la cama y la grúa que ya tenemos gracias a la colaboración solidaria de muchas personas», comentó Eva a esta redacción. Esta madre asegura que el pasado jueves se reunió con responsables de Emvisesa para saber cuándo firmarán el contrato de alquiler y le darán las llaves de su nuevo hogar. Lamentablemente, tendrá que esperar «y mi hija no puede», sentencia. «Les envié un escrito contándole nuestra situación con un certificado del hospital para que conste que mi hija está ingresada tras la operación. Después de estar en la UCI, ayer pasó a planta y puede que a mediados de la semana que viene nos den el alta. Para entonces necesitamos una habitación para ella, con su cama y su grúa, porque donde vivimos ahora los cinco, más la abuela, mi cuñado y su novia no hay espacio para montarlas», explica. Según Eva, en Emvisesa le advirtieron de que han tenido «problemas» con una convocatoria de adjudicación de pisos anterior y que tendrá que esperar. ¿Cuánto? «Dicen que somos los primeros, que escogeremos piso, pero sin fecha. Tardarán entre 15 días y un mes para firmar el contrato y entre uno y dos meses para que la Junta vise el contrato. En total, como mínimo tres meses y ¿qué hago yo todo ese tiempo con mi hija? Yo no pido nada para mi, mi marido y yo nos vamos debajo de un puente a vivir y ya está, pero mi hija necesita tranquilidad y cuidados para vivir. Necesitamos un piso con una habitación adaptada para ella donde sea. Ahora estamos en un agujero negro y aguantamos, pero ella ya no puede vivir en estas condiciones». Por su parte, fuentes municipales aseguraron a esta redacción que, si bien no pudieron tener acceso al expediente de esta familia, el permiso de la Junta de Andalucía tras la firma del contrato de una VPO suele tardar alrededor de un mes, mientras que el resto del trámite se hace «lo más rápido posible para no perder ingresos». «A Emvisesa no le interesa perder dinero, así que esos trámites se suelen hacer mientras antes mejor», defendieron. Eva y Francisco Javier cuentan con 442 euros que la ley de dependencia les concede para el cuidado de su hija, más otros 426 euros de la ayuda familiar porque a Francisco Javier se le acabó el paro en noviembre. Así que con 868 euros tienen que dar de comer y atender las necesidades de sus tres hijas y «aportar algo a la casa». «Mis hijas siguen en el colegio de Rochelambert y una de ellas se queda a comer en casa de mi madre, a la que también intentamos aportar algo porque no está nada boyante. Así que el dinero no llega a final de mes. Y si se estropea el coche como a finales del mes pasado, pues tienes que tirar como sea, pidiendo favores, porque el vehículo es necesario para poder moverlas a ellas», narra la luchadora Eva. «Desde que empezó la crisis no encontramos trabajo, yo limpiaba escaleras y lo que hiciera falta y mi marido se dedicaba desde a tareas de mantenimiento hasta de vigilancia», sostiene. En la carta que enviaron al gerente de Emvisesa, Miguel Contreras, explican que tras estar seleccionados como «demandante principal» para la adjudicación de una VPO en alquiler, necesitan de forma «urgente» dicho piso «por motivos de salud debidamente acreditados».

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