La Audiencia de Sevilla condena a 30 años y medio de cárcel a M.L.T. por matar a su ex pareja, N.P.R., de 11 puñaladas que le propinó en el barrio de Rabesa. Los hechos ocurrieron en 2007 cuando la joven fue abordada por su verdugo en plena calle.
La sentencia, que trascendió ayer, le impone también otros 40 años de prohibición de acudir a Alcalá de Guadaíra, donde ocurrió el crimen y donde vive la familia de la víctima. Fuentes del caso informaron a la agencia Efe de que la sentencia impone al acusado M.L.T., de 36 años, una pena de 23 años y medio de cárcel por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y ensañamiento, además de otras nueve condenas por delitos de maltrato habitual, amenazas, lesiones, hurto y quebrantamiento de medida cautelar.
La víctima era una joven de 33 años, N.P.R., que fue apuñalada a las 13.10 horas del 13 de febrero de 2007 en la principal vía del barrio de Rabesa, que a esa hora estaba muy concurrida, cuando se encontraba parada junto a un quiosco. De forma sorpresiva y sin darle oportunidad de defenderse, el acusado la agarró por el pelo y le propinó 11 puñaladas en el cuello, hemitórax izquierdo, brazos y cadera, lo que le causó una hemorragia masiva que determinó su fallecimiento por muerte encefálica al día siguiente cuando estaba en un hospital.
El fallo incluye la obligación de pagar 120.621 euros a un hijo de 9 años que la víctima tenía de una relación anterior y 8.615 a cada uno de los padres de la mujer. Igualmente, los jueces rechazan las dos atenuantes de drogadicción y confesión de los hechos que el acusado alegó en su defensa, ya que su argumento de que cuando sucedieron los hechos había consumido heroína, cocaína y bazuco no fue esgrimido hasta el momento de la celebración del juicio.
La pena impuesta es ligeramente superior a la solicitada por el fiscal porque los jueces aceptan que la pareja estuvo unida por un vínculo de parentesco, tal como pidió la letrada de la acusación particular, María José Cánovas. Junto a la pena por asesinato, los jueces imponen al procesado otros dos años y medio de prisión por un delito de maltrato habitual, 11 meses por maltrato con lesiones, dos penas de 11 meses por quebrantamiento de medida cautelar al aproximarse a la vivienda de su ex pareja pese a tener vigente una orden de alejamiento y dos más de 11 y nueve meses por amenazar de muerte a la víctima en alguna ocasión.
Por otra parte, los jueces le imponen 180 euros de multa porque el 1 de octubre de 2006 penetró en la vivienda de la mujer aprovechando un descuido y le robó el teléfono móvil, con el que llamó al padre de la víctima y le dijo:"Tu hija es una puta, te voy a matar a ti y a ella, voy a partir tu coche y el de ella". Por ésta y otra falta de amenazas al padre de la víctima, la sentencia le impone 16 días de arresto con localización.
Fue éste un crimen de violencia doméstica que conmocionó a toda la ciudad, donde la joven era muy conocida en su barrio. Uno de los principales testigos fue una mujer que presenció la discusión en la calle, donde el acusado se había presentado con su vehículo y abordó a la víctima, que, según este testimonio, llegó a decir:"Por favor, no me mates".
