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Condenan a una madre por tolerar abusos sexuales del abuelo a su hija

La Audiencia de Sevilla condena a una madre a tres años de cárcel y a seis de retirada de la patria potestad por tolerar durante dos años los abusos sexuales sobre su hija, que tiene actualmente 13 años, cometidos por su padre y abuelo de la menor. Ocurrió en Dos Hermanas.

el 16 sep 2009 / 03:08 h.

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La Audiencia de Sevilla condena, en una sentencia dada a conocer ayer, a una madre a tres años de cárcel y a seis de retirada de la patria potestad por tolerar durante dos años los abusos sexuales sobre su hija, que tiene actualmente 13 años, cometidos por su padre y abuelo de la menor. Ocurrió en Dos Hermanas.

La sentencia de la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, a la que tuvo acceso la agencia Efe, dice que el acusado J.S.A., de 64 años, realizó tocamientos de índole sexual e introdujo los dedos en la vagina de su nieta durante los años 2005 a 2007, aprovechando que se quedaba al cuidado de la menor.

Los hechos sucedieron en la vivienda del acusado en Ubrique (Cádiz), donde el abuelo y su nieta dormían en la misma cama durante las vacaciones de la niña, y también en el domicilio de la menor en la ciudad Dos Hermanas, cuando el padre de su madre acudía de visita.

La sentencia impone al abuelo siete años de prisión como autor de un delito continuado de abusos sexuales, además de 10 de prohibición de acercarse a la menor y el pago, junto con la madre, de una indemnización de 130.000 euros.

En cuanto a la madre, A.M.S.R. de 38 años, los jueces entienden que "era plenamente consciente de los tocamientos y aún así los consentía y facilitaba, ausentándose durante horas de su domicilio, dejando a solas a su padre con su hija y permitiendo que la menor durmiera en la misma cama en Ubrique".

Tanto en la fase de instrucción como durante el juicio, los dos acusados negaron los hechos pero la sentencia se basa en otras pruebas periféricas, como la circunstancia de que la niña supiera dónde guardaba su abuelo el material pornográfico que le mostraba. Del mismo modo, el testimonio incriminatorio de la menor fue "monocorde a lo largo de la causa" y su declaración en el juicio rebosó "sinceridad", según los magistrados, de ahí que le dieran plena credibilidad, para continuar con la causa y acabar condenando a los responsables.

Otra prueba es, según recoge la sentencia, "la dinámica de los hechos" que llevaron a la presente causa, pues primero la niña contó los abusos sexuales a su profesora de apoyo en el colegio, luego le confesó a una prima y a su hermano que "su abuelo le tocaba por todo el cuerpo" y finalmente se lo relató a las psicólogas del Equipo de Investigación de Casos de Abuso Sexual (Eicas), de manera que consiguieron descubrir su padecimiento.

La Fiscalía de Sevilla consideró que los hechos relatados son constitutivos de un delito continuado de abusos sexuales, por lo que reclamó inicialmente ocho años de prisión para el abuelo y la madre de la pequeña, además de la inhabilitación de ésta para el ejercicio de la patria potestad durante otros seis. Finalmente la pena de cárcel se redujo.

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