La propuesta municipal de habilitar zonas de sombra en las paradas de los coches de caballos tendrá que ser revisada y planteada de nuevo. La comisión provincial de Patrimonio, adscrita a la consejería de Cultura, ha rechazado la propuesta enviada por el Ayuntamiento de Sevilla dado que la implantación de estos nuevos elementos causarían un gran "impacto visual" en los monumentos aledaños.
Concretamente, la comisión del pasado 25 de enero decidió "no considerar admisible una vez analizada" la documentación remitida por la Gerencia Municipal de Urbanismo referida a la propuesta de protección solar para los coches de caballos. La razón de Cultura estriba en que la ejecución de esas "cubriciones en las ubicaciones previstas" podrían causar "un fuerte impacto visual sobre esos ámbitos de altísima cualificación patrimonial".
Según los planes presentados por Urbanismo, estas zonas cubiertas están proyectadas en la calle Placentines, plaza del Triunfo, plaza de San Francisco y Paseo de Colón junto a la Torre del Oro. Además, el órgano competente recalca que, basándose en la infografía aportada por el Consistorio, "la implantación de esa instalación supone incorporar unos elementos exógenos que perturban la percepción de los bienes colindantes que poseen singulares valores culturales" ya que tanto la Catedral como el Real Alcázar y el Archivo de Indias están declarados bienes Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En cambio, Cultura sí autorizó la implantación de estas zonas de sombra para los cocheros en la acera opuesta a la Real Maestranza, en el Paseo de Cristobal Colón, pero siempre utilizando elementos "con el mismo diseño que el empleado para las pérgolas ya existentes en la zona".
Esta iniciativa del Ayuntamiento de Sevilla se enmarca dentro de la nueva ordenanza municipal que está preparando junto a los cocheros, y que llevará a la Junta de Gobierno de febrero para después aprobarla en el Pleno Municipal.
En esta nueva ordenanza, el Ayuntamiento de Sevilla insiste en su idea de ponerle pañales a los caballos. Es decir, un dispositivo de recogida de heces que elimine el mal olor y la suciedad. Desde 2007, la ordenanza obliga al uso de estos dispositivos pero nunca se llegó a imponer de forma efectiva, fundamentalmente por el rechazo del sector. De hecho, los cocheros ya han avisado de que aceptarán los pañales en sus caballos siempre y cuando haya condiciones para ello, y que el sector tiene antes otras prioridades.
Entre ellas, siempre han mantenido la necesidad de habilitar armarios en las paradas, sombras, bocas de riego, carteles informativos con los precios así como un nuevo uniforme.
Para la redacción de la nueva ordenanza, los cocheros también han demandado la revisión de las tarifas y que si se acuerda la utilización de pañales sea para todos. Es decir, tanto para ellos como para los coches de caballos particulares. Sobre las paradas, actualmente hay nueve aunque los cocheros han propuesto otras ubicaciones. Por ello, el Consistorio ha establecido un grupo de trabajo para analizar las nuevas propuestas y determinar cuáles son las más idóneas.
