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Denuncia a una promotora por presionarle para vender su casa

La promotora Ansares quiere levantar un bloque de pisos en un solar junto a las vías y para eso compró todos los inmuebles que había en él para derribarlos. Todos excepto el de Juan Carlos Lizanco, que ha denunciado ya seis veces a la constructora, a la que acusa de presionarle para que venda.

el 15 sep 2009 / 06:12 h.

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La promotora Ansares quiere levantar un bloque de pisos en un solar junto a las vías y para eso compró todos los inmuebles que había en él para derribarlos. Todos excepto el de Juan Carlos Lizanco, que ha denunciado ya seis veces a la constructora, a la que acusa de presionarle para que venda.

Todo empezó en 2006, cuando se presentó en su casa el representante de la promotora Ansares: "Soy Juan Del Nido, hermano del presidente del Sevilla Fútbol Club", fue su carta de presentación. Le ofrecieron unos 240.000 euros por irse de su casa, ya que la promotora piensa construir unos 40 pisos en la zona y levantar una calle que justo hace esquina con la casa de este albañil.

Lizanco se negó a vender "ni por 420.000 euros, porque le tengo mucho cariño a esta casa", y rechazó además un piso que le ofreció Ansares. La promotora compró entonces los números 1, 3 y 7 de la calle, dejando su casa (la número 5) aislada. Y empezó lo que define como "acoso" en las denuncias que ha interpuesto, a lo que se une que las obras provocaron que la mitad de un muro de unos tres se viniese abajo en su patio interior. "Menos mal que no estaba mi hija jugando o mi mujer tendiendo la ropa".

La promotora acabó pagándole 1.500 euros por este incidente. Lizanco critica lo "peligroso" de estos trabajos, sentido en el que también arremete contra el Ayuntamiento nazareno, al que acusa de "negligencia" por no controlar la obra.

Tras el incidente, instaló cámaras de seguridad para controlar lo que ocurría junto a su casa. El problema ahora, lamenta, es que las obras van para largo: la semana pasada le comunicaron que la promotora aparca los trabajos y no volverá a retomarlos hasta 2010. "He aguantado dos años así y ahora me dicen que tengo que estar otros dos", critica Lizanco, que sólo pide "seguridad" en su casa y no tener que estar todo el tiempo vigilando para evitar que se repitan incidentes como el del muro.

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