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Dos Betis brillan en el talismán del Calderón

El partido, que lo cuenten los cronistas. Los análisis, que los hagan, si pueden, los analistas. A ver quién demonios pensaba que el Betis iba a hacer lo que hizo sin sus cuatro jugadores más determinantes en teoría: Mark, Edu, Pavone, Sobis.

el 15 sep 2009 / 03:29 h.

Alejandro Delmás

El partido, que lo cuenten los cronistas. Los análisis, que los hagan, si pueden, los analistas. A ver quién demonios pensaba que el Betis iba a hacer lo que hizo sin sus cuatro jugadores más determinantes en teoría: Mark, Edu, Pavone, Sobis. Entonces surge Melli (Meli...) como la reencarnación de Beckenbauer y a Xisco (Xisco...) le iluminan la caoba y el espíritu zurdo de Rogelio. Tenía que ser en el estadio más talismán de la historia moderna del Betis, el mismo Calderón de las copas grandes de 1977 y de 2005. Allí, el sol de Heliópolis es una candela que resplandece como una verde y macarena mariquilla de esmeralda cada vez que va a bañarse en las aguas del Manzanares: ilumina en verde la húmeda pradera de San Isidro.

Fino de cintura como el junco marinero de Caracol y del Beni, el Betis, o lo que de él quedaba, genio y figura o sea, le puso banderillas verdinegras a la Champions del Atleti y se hizo aplaudir nada menos que en el corazón de Nervión: toma ya. Pero, ¿qué Betis es éste? ¿El que Chaparro reinventa día sí y día también, joven y fuerte, como cantaban la Lole y el Manuel... o el Betis cuya plantilla ha montado Don Manuel? El pueblo de la Bética está en su derecho de exigir la renovación inmediata de Chaparro, pero nadie puede dudar de lo que va a decir Lopera, o sea Don Manuel: "Fíjense ustedes qué plantilla tenemos, que hasta sin todas las figuras somos capaces de hacer lo que hemos hecho ayer".

Así que dos Betis, el de Lopera y el de Chaparro, dos personas distintas y un solo Betis verdadero, brillaron en el talismán del Calderón. Joven, fuerte, fino de cintura como junco marinero. Cartas sobre la mesa: Chaparro ha hecho lo que ha hecho, y Lopera hace lo que hace. Chaparro tiene la opción número uno para seguir entrenando a este Betis que hace honor a su leyenda. Pero también Joselito El Gallo tenía todas las opciones de ser el número uno... hasta que llegó a Talavera: que, por cierto, rima con Lopera.

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