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El 55% de las trabajadoras pierde mejoras laborales por su vida familiar

Un estudio realizado por CCOO revela las dificultades que aún hoy tienen las mujeres para conciliar el trabajo con la vida personal.

el 06 feb 2010 / 20:00 h.

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La flexibilidad de horario facilita la conciliación.

La conciliación, esa palabra de moda desde hace años que alude al equilibrio entre una trayectoria profesional satisfactoria y una vida personal plena, es aún una utopía para la mayoría de los trabajadores andaluces. Al menos así se desprende del estudio Impacto de la Ley de Igualdad y la conciliación de la vida laboral, familiar y personal en las empresas andaluzas, realizado por CCOO. Un 45,3% de los mil empleados encuestados considera que conciliar es "complicado o muy complicado", sobre todo si se pregunta a las mujeres.


Por ello, el 47,6% de los entrevistados reconoce haber sacrificado una de las dos facetas de su vida (la personal el 24,2% y la profesional el 9,1%) sino ambas (13,7%). La diferencia radica en que mientras en el caso de los hombres la parcela dejada de lado es mayoritariamente la familiar, en el caso de las mujeres se resiente su trayectoria profesional. Además, del 52,4% que dice no haber tenido que sacrificar nada, el 56,3% son hombres frente al 47,4% de mujeres.


Un 45,6% de los trabajadores entrevistados reconoce haber perdido oportunidades profesionales, bien de formación, promoción o retribución, por sus resposabilidades familiares. Pero desagregando ese porcentaje por sexo, esta situación la padecen el doble de mujeres que de hombres. Si un 55,7% de las trabajadoras afirma haber visto truncadas mejoras laborales por esas responsabilidades domésticas, en el caso de los empleados sólo le ha pasado al 27,8%.


El perfil de la persona que encuentra mayores dificultades para conciliar es el de una mujer, entre 25 y 44 años, con nivel educativo bajo y con hijos o mayores dependientes a su cargo. Como es lógico, a más hijos o jornadas más largas (especialmente si es partida) más difícil resulta, y por ello, la franja de edad que percibe más problemas es la de 25 a 44 años con niveles parecidos entre hombres y mujeres. Lo curioso es que a partir de los 45 años las mujeres siguen considerando complicado conciliar mientras los hombres vuelven a la percepción de su juventud, cuando eran solteros y sin cargas familiares.


El nivel de ingresos también tiene distinta repercusión. Los hombres con mayor sueldo ven menos difícil conciliar. En las mujeres, son las que ganan menos de mil euros las que dicen tenerlo más fácil, generalmente porque ese menor salario implica una jornada reducida o un trabajo temporal, es decir, una renuncia en lo profesional. Y si el hecho de que la mujer no trabaje fuera de casa elimina todo problema de conciliación para el hombre, al revés no es así. La mayoría de las mujeres dedica 5 o más horas al trabajo doméstico o cuidado de familiares, el hombre una o dos.

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