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La contracrónica: El Barça se lleva los regalos y el Sevilla los goles

El papel estelar en la noche de los Goya fue para los enormes regalos que recibió el FC Barcelona.

el 10 feb 2014 / 00:22 h.

SEVILLA-BARCELONA 13-14La generosidad fue ayer la gran protagonista en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Olviden ese fenómeno natural que por lo visto de toda la vida se llama ciclogénesis y al que yo siempre llamé tromba (pido disculpas). El papel estelar en la noche de los Goya fue para los enormes regalos que recibió el FC Barcelona. Un mes y pico después de que se fueran los Reyes Magos de la ciudad, los de Gerardo Martino los recibieron a diestro y siniestro. Del Sevilla, y del árbitro. Del árbitro, y del Sevilla. Pero vayamos por partes. El trencilla, de nombre José Antonio y de apellido Teixeira, condicionó enormemente el encuentro al dar por válido el primer gol del Barcelona. Si un equipo de árbitros no es capaz de ver a dos jugadores en fuera de juego en una jugada a balón parado, apaga y vámonos. El Sevilla no estaba dejando al Barça hacer prácticamente nada y dar validez a este gol ilegal metió a los catalanes en el partido cuando estaban realmente más cerca del 2-0 que del 1-1. Y si minutos después el árbitro demuestra que no tiene el valor suficiente para mostrar una segunda tarjeta amarilla a un jugador del Barça –Song–, pues el condicionante ya es de aúpa y deja la puerta abierta para que cualquier aficionado interprete que esto del fútbol puede ser un gran camelo. Yo no creo que sea así, pero también entiendo a quien lo piense. Yla otra parte que quiso hacer un alarde de generosidad fue el propio Sevilla FC. A pesar del buen partido que hizo, sus delanteros fueron ayer unos auténticos inocentes cuando se plantaron delante de Víctor Valdés. Cuatro jugadores que este año están viendo portería con bastante frecuencia –Bacc, Rakitic, Vitolo y Gameiro– levantaron ayer un enorme monumento a la ocasión fallada que no gustó nada en la gradas del Sánchez-Pizjuán. El propio entrenador del Sevilla, Unai Emery lo reconoció minutos después en la sala de prensa. A pesar de los cuatro goles encajados, estaba más preocupado por las ocasiones falladas. Ahí tendrá que incidir en los próximos entrenamientos para que en el próximo partido –ante el Valencia y a vida o muerte por la séptima plaza– realmente gane el mejor, algo que no ha ocurrido en los dos últimos partidos jugados en Nervión.

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