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El barrio de San Jerónimo firma su rechazo a la mezquita

Alrededor de un centenar de vecinos de San Jerónimo se manifiestaron ayer contra el proyecto de instalación de una mezquita en el barrio

el 28 sep 2009 / 19:44 h.

Alrededor de un centenar de vecinos del entorno de San Jerónimo-Alamillo se congregaron ayer en la plaza de la Media Luna para recabar firmas contra la posible ubicación del proyecto de mezquita de la Comunidad Islá-mica en el barrio, concretamente en la zona de La Papachina.

 

Entre los motivos que los residentes de la barriada esgrimen para oponerse a la construcción del templo se encuentran las disputas que ocasionaría en la zona que, según la portavoz vecinal Lourdes Moreno, "se encuentra ya saturada de equipamientos sociales, como el cementerio, los tanatorios, el crematorio, los asentamientos ilegales y la situación de El Vacie".

Moreno señala además que desde el Ayuntamiento se aseguró que la mezquita se realizaría en "lejos de centros urbanos, y ahora parece que van a ponerla en pleno centro de San Jerónimo".

También indicó que el templo se construiría junto al monasterio de San Jerónimo, en La Papachina, un lugar que es "un símbolo del barrio", además de un claustro considerado bien de interés cultural. Todas estas reclamaciones fueron transmitidas a los vecinos mediante panfletos y se encontraban impresas en la hoja de recogida de firmas, a la que cualquier persona se podrá suscribir todos los lunes "hasta que se resuelvan estos problemas".

Dicha recogida de firmas está organizada por la Asociación de Vecinos de San Jerónimo-Alamillo que, junto a las de Empalme y Estrella Andaluza y diversos colectivos de comerciantes y agrupaciones sociales, formaron la plataforma encargada de recibir el pasado 16 de septiembre a dos representantes de la Comunidad Islámica para exponer los pormenores del proyecto.

En aquella ocasión se buscaba el pulso de la ciudadanía ante esta iniciativa, pero en esta recogida de firmas lo que se ha buscado es la "oposición directa". "Hacen falta otras muchas equipaciones, co¬mo una comisaría y ampliar el centro de salud ante el crecimiento del barrio. Por eso la mayoría de los vecinos piden el no", aclaró Moreno.

Respecto a la posible interpretación racista del acto, la representante vecinal replicó que en el barrio habitan "personas de diversas creencias y emigrantes de muchos lugares". "No es una cuestión de racismo, sino de que el barrio no puede soportar más instalaciones que no son del disfrute vecinal, ya que se trata de construir un edificio de uso privado que ya ha sido rechazado en otras partes de la ciudad. Sevilla debería dejarnos ya un poco al margen a la hora de ubicar estos edificios", sentenció.

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