El Baloncesto Fuenlabrada ratificó su excelente momento de forma y su fiabilidad en casa, donde aún no ha perdido, tras derrotar ayer tarde con amplitud y sin paliativos (81-68) a un Cajasol de Sevilla que todavía no sabe lo que es ganar a domicilio, y que en poco se parece al grupo competitivo que la temporada pasada disputó la Copa del Rey y los play offs por el título. Nueve jornadas después, el equipo de Joan Plaza está más cerca de la zona de descenso (a un triunfo) que de los ocho primeros (a dos triunfos), el objetivo marcado por el club sevillano.
La actitud de los locales, plasmada en un esfuerzo defensivo encomiable y, por ende, en la posibilidad de robar balones y propiciar un partido de constantes transiciones, terminó por ahogar al equipo dirigido por Joan Plaza, más cómodo en situaciones de cinco contra cinco y que, al menos fuera de sus dominios, parece no poder optimizar la indudable calidad de su plantilla. Ayer perdió por tercera vez ante su cuñado Salva Maldonado, al que, no obstante, aún supera en el balance de duelos en ACB por 5-3.Sólo el pívot estadounidense Paul Davis y el escolta pamplonés Txemi Urtasun firmaron actuaciones individuales destacadas entre los visitantes. Muy al contrario, en mayor o menor medida, el Fuenlabrada rubricó un rendimiento homogéneo, e incluso en un día no demasiado afortunado de su gran estrella, el pívot uruguayo Esteban Batista, MVP de la competición liguera, el joven escolta catalán Xavi Rabaseda, cedido por el Barcelona, ofreció un partido de jugador grande, lo que sin duda será en breve si es que no lo es ya.El base letón Kristaps Valters, letal en la anotación exterior, fue el otro soporte ofensivo de los entrenados por Salva Maldonado, ex entrenador (temporada 97-98) del equipo sevillano, y Gustavo Ayón, pívot mexicano del Fuenlabrada, volvió a mostrar sus credenciales.La ventaja final en el marcador no es más que el reflejo del devenir del luminoso a lo largo de todo el partido, con ventajas bastante tranquilizadoras para los de casa sólo amenazadas puntualmente por ramalazos en los que el cuadro sevillano elevaba sus prestaciones.
No podrían poner los derrotados ni la excusa de la ausencia por lesión de un jugador importante como el base estadounidense (juega con nacionalidad búlgara) Earl Calloway, porque su sustituto, el serbio Bojan Popovic, no jugó del todo mal y, además, porque el Fuenlabrada también sufre la ausencia (lesión de larga duración) de un referente como es el alero checo Lubos Barton.
Al fin, y tras nueve jornadas de la Liga ACB, el equipo más modesto, el Fuenlabrada, luce un 6-3 en balance de victorias y derrotas. El Cajasol, una eterna alternativa a ser considerado un grande, suma sólo tres triunfos y seis derrotas.
Además, el calendario se le pone cuesta arriba de forma inmediata, puesto que el próximo domingo recibirá en San Pablo al Caja Laboral, líder en solitario de la Liga ACB.
