El Dalai Lama dimitirá como líder de los tibetanos si éstos "escogen la violencia" para resolver sus conflictos con las autoridades chinas, según declaró ayer un portavoz de su oficina en la ciudad norteña india de Dharamsala. China, por su parte, culpó al Dalai y su "camarilla" de pregonar la paz y promover altercados.
El portavoz, Tenzin Taklha, aseguró que el líder tibetano reiteró de nuevo en declaraciones a la prensa su "compromiso con la paz" y su rechazo al uso de la violencia. Taklha zanjó rotundo: "El Dalai Lama ha dicho que si los tibetanos escogen la violencia para enfrentarse a China no le quedará más remedio que presentar su renuncia".
Este pronunciamiento se produjo después de que el Gobierno chino acusara al Dalai Lama y a sus colaboradores de apoyar la revuelta que la semana pasada se cobró la vida de trece personas en la ciudad de Lhasa, la capital del Tíbet, según la versión oficial de Pekín.
La oficina del líder espiritual y político de los tibetanos ya desmintió, sin embargo, cualquier tipo de implicación en esos sucesos.
El Gobierno tibetano en el exilio, con sede en Dharamsala, cifró por su parte el número de víctimas mortales en los disturbios de Lhasa en al menos 80.
Los sucesos de Lhasa del pasado viernes tuvieron lugar en medio de las protestas de tibetanos que siguieron a la conmemoración de la fracasada rebelión contra el mandato chino en 1959, que causó la huida al exilio del Dalai Lama.
La madrugada del pasado lunes finalizó el ultimátum dado por las autoridades chinas a los instigadores de las revueltas para que se entregaran, cosa que no han hecho.
La "camarilla" del Dalai. La tensión en el Tíbet centró ayer, junto a la preocupación por el futuro económico del país, la sesión anual de la Asamblea Popular China (ANP), máximo órgano legislativo. De hecho, a su término, el primer ministro, Wen Jiabao, reiteró en la comparecencia de prensa posterior a esta cita -la única que ofrece a lo largo del año- sus duras acusaciones contra al Dalai Lama y su "camarilla", a quienes culpó de los disturbios de los últimos días en la capital tibetana.
"No sólo hay que tener en cuenta lo que el Dalai dice sino también lo que hace", advirtió Wen, quien, no obstante, señaló que la puerta del diálogo entre China y el líder tibetano está muy abierta "siempre que reconozca a Tíbet y Taiwán como parte de China".
