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Economía

El déficit público revienta al caer los ingresos fiscales y dispararse el paro

Las medidas tomadas para afrontar la crisis económica y la fuerte reducción de los ingresos que ésta ha desencadenado hicieron que el año 2008 cerrara con un déficit público del 3,82% del PIB, cuatro décimas por encima de lo que había calculado el Gobierno y ocho más del que autoriza Bruselas.

el 15 sep 2009 / 23:09 h.

Las medidas tomadas para afrontar la crisis económica y la fuerte reducción de los ingresos que ésta ha desencadenado hicieron que el año 2008 cerrara con un déficit público del 3,82% del PIB, cuatro décimas por encima de lo que había calculado el Gobierno y ocho más del que autoriza Bruselas.

En términos absolutos, el saldo negativo del conjunto de las administraciones españolas alcanzó los 41.874 millones de euros y acaba, así, con tres años consecutivos de superávit.

El déficit de las arcas públicas se repartió entre las tres administraciones, aunque con mayor peso para la central, lo que se justifica, según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, en el hecho de que ésta ha sido la que más esfuerzo fiscal ha afrontado en la lucha contra la crisis.

Los números rojos del Estado equivalen al 2,74% del PIB, mientras que los del conjunto de las comunidades fueron del 1,45% y, por último, del 0,39% el de los ayuntamientos. No pudo ser compensado con el superávit contabilizado en la Seguridad Social, que ascendió al 0,76% del PIB. No obstante, habrá que aguardar a junio para conocer cuáles son las autonomías con más desfase entre sus ingresos y gastos, y en el caso de los ayuntamientos, según Ocaña, sólo un "pequeño grupo" -que no especificó- acumula la mayor parte del saldo negativo.

Explicó que 1,8 puntos del déficit público total se explican por el esfuerzo fiscal "sin precedentes" tomado desde la Administración central para hacer frente al fuerte deterioro de la economía. Además, aseguró las cuentas públicas en rojo se pueden soportar "con comodidad" hasta 2011, gracias a los superávit cosechados en los tres ejercicios precedentes y a la consecuente reducción de la deuda pública. Ésta, al cierre de 2008, se colocó en el 39,4% del PIB, frente al 68,7% de promedio en la Zona del Euro.

El déficit, agregó el secretario de Estado, es "coyuntural" por la crisis y "no amenaza la sostenibilidad de las cuentas públicas" aunque sí hay que tomarlo como una llamada de atención, y se debe ir "reconduciendo", no sólo por parte del Estado, sino también del resto de las administraciones.

De hecho, el Gobierno espera que en 2011 haya un punto de inflexión y se consiga acercar el déficit al 3% del PIB, a pesar de que la previsión oficial lo sitúa ese ejercicio en el 3,9%. Esto será posible, a juicio de Carlos Ocaña, porque para entonces el Ejecutivo habrá puesto fin a las medidas extraordinarias para contrarrestar los efectos de la crisis.

"Llegado el momento habrá que tener músculo político" para dejar de aplicar estas medidas, comentó el secretario de Estado, quien, por otro lado, aseguró que el Gobierno no subirá los principales impuestos -IRPF, Sociedades e IVA- a pesar de la pérdida recaudatoria que se registró en 2008 por culpa de la bajada de la actividad. Una pérdida que se refleja en la reducción del 18,2% de los ingresos financieros.

El Impuesto de Sociedades registró la mayor caída (39,1%) de la recaudación, lo que refleja el recorte en la actividad de las empresas, y también sufrieron un fuerte descenso, del 14%, los ingresos por IVA. Destaca, por el contrario la mínima merma de la recaudación por el IRPF, que sólo descendió el 1,8%, pese a medidas como la deducción de 400 euros, la reforma fiscal de 2007 o la actualización de mínimos y tarifas. Ocaña, sin embargo, explicó que habrá que esperar a la declaración de la renta de este año para conocer mejor los efectos de la rebaja de 400 euros.

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