Cultura

El director Bigas Luna impregna de erotismo el Festival de Cine

El Sevilla Festival de Cine Europeo -del 7 al 15 de noviembre- ha confiado en la poética de Bigas Luna para ilustrar el cartel con el que se presentará al mundo la quinta edición de un certamen que encarrila nuevas apuestas bajo la ilustración naïf y provocativa del director de La teta y la luna. Foto: A. Acedo.

el 15 sep 2009 / 11:58 h.

El Sevilla Festival de Cine Europeo -del 7 al 15 de noviembre- ha confiado en la poética de Bigas Luna para ilustrar el cartel con el que se presentará al mundo la quinta edición de un certamen que encarrila nuevas apuestas bajo la ilustración naïf y provocativa del director de La teta y la luna.

Detrás del cine polémico, subido de tono y terrenal de Bigas Luna se esconde, además de la figura de un erotómano convencido y militante, la personalidad de un artista plástico que parece tener sus raíces en la poética de un Miró y en el humor de un Joan Brossa. Bien pudieran ser éstos los referentes del cartel que ayer, acompañado por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y del director del Festival, Javier Martín, presentó en la ciudad.

Junto al Guadalquivir, en el recuperado Muelle de las Delicias, Bigas Luna (Barcelona, 1946) dio a conocer un póster en el que, junto al logotipo del encuentro, figura, con trazos gruesos e infantiles, una cara que parece mirar con cierto asombro y cuyo fondo, según el propio autor, remite "al coño o a la semilla": "Lo primero que vemos todas las personas cuando venimos al mundo es la forma ojival de la vagina, y cuando morimos también es la misma forma, el ojo, lo último que se cierra", dijo.

Luego, el director de Huevos de oro aseguró que "lo más sexual que posee una mujer no son sus tetas ni su culo, sino la mirada". Por eso, en su dibujo para el Festival de Sevilla, impreso sobre un fragmento de un guión nunca llevado a cabo -"me fascinan los proyectos no realizados"-, Bigas Luna ha unido ese doble juego sexual: la mirada y el origen.

El cineasta, quien reconoció estar "encantado" con su trabajo, explicó que, con su creación, ha querido reflejar un "concepto serio de lo que representa el cine", cuya base es "el ojo, que es el todo en el mundo audiovisual", como sujeto activo espectador y sujeto pasivo y "el elemento a observar", pues la cinematografía es "una historia de ojos: los del que ve, los del que interpreta y los del que lo mira". "Y es que, si no existieran los ojos, no existiría el cine", arguyó Luna zanjando la justificación de su llamativo cartel.

El popular cineasta -uno de los que cuentan con mayor proyección internacional pese a ser a menudo blanco de las críticas- agradeció la invitación al alcalde e insistió en "todo lo que el Ayuntamiento está haciendo por el cine en Sevilla, una ciudad con un festival que juega ya una carta muy importante".

Precedió en la palabra al director de Las edades de Lulú, el nuevo responsable del Sevilla Festival de Cine, Javier Martín Domínguez, quien insistió en el "positivo impacto económico" que tendrá el encuentro en la ciudad y en el mundo del cine y se refirió al cartel como el "primer acto" con el que comienza una edición que promete "numerosas innovaciones" y en la que "Sevilla, una vez más, va a estar mirando a Europa, un continente muy unido pero muy diferente también".

Por su parte, el alcalde, tras resaltar la labor de quienes "han creído en este proyecto en su nueva dimensión" europea y logrado que sea "un gran éxito", como Manuel Grosso, Antonio Pérez, Carlos Rosado o Juan Carlos Marset, afirmó que esta edición va "ya a velocidad de crucero" y que Sevilla ha sido y es "un buen escenario cinematográfico", pero ahora "quiere ser protagonista" en la industria y el mundo del cine.

Para Monteseirín, éste es "un reto extraordinario", pues supone "romper las inercias y la falta de fe", y recordó que, como en otros proyectos como la puesta en marcha de un teatro de ópera, muchos dijeron que en Sevilla no podía triunfar tampoco un festival de cine, pero se ha demostrado que "sólo hace falta tener confianza, creer en nuestras posibilidades" y transmitírselo "a la gente de todo el mundo".

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