El Gobierno presentará pasado mañana su propuesta de reforma laboral en Consejo de Ministros, aunque como puntualizó ayer el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, tendrá "voluntad de diálogo" y de enriquecerse también con las aportaciones que hagan los agentes sociales.
En esa línea, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, consideró "importante que nos sentemos a trabajar todos, agentes sociales, partidos políticos, con sentido de Estado" y abogó por afrontar "medidas valientes, medidas estructurales, que estamos adoptando, y que nos permitan tomar, de una vez por todas, la senda del crecimiento".
Aun así, la vicepresidenta precisó que "el Gobierno trabaja con la previsión de que todavía nos quedan por afrontar unos meses complicados y, por eso, diseñamos un presupuesto para afrontar esta tendencia con el colchón, además, de cobertura social", subrayó.
Abundó que, "con todo", la cifra de incremento del paro en enero es "significativamente" menor a la de enero de 2009 y de 2008 y "eso es una señal evidente de desaceleración, que nos permite afrontar el futuro con realismo y con prudente confianza".
De este modo insistió en que "hay que ser prudentes porque sabemos que hay familias y empresas que siguen pasando dificultades, pero también sabemos que contamos con el diagnóstico y las herramientas para trabajar y, entre todos, ir superando las dificultades".
De la Vega apostó por implantar "medidas para que España no sólo supere la crisis, sino para que salgamos todos reforzados de ella y para eso es necesario una concertación social y en ello trabajamos", dijo.
Corbacho, por su parte, insistió en que la propuesta de reforma laboral "no será un documento cerrado", sino "abierto" al debate, al diálogo y al acuerdo.
