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El Nobel de la Paz reconoce al mediador de la independencia de Kosovo

La labor de mediador durante tres décadas en conflictos internacionales del ex presidente finlandés Martti Ahtisaari le ha valido el Nobel de la Paz 2008. Nacido en 1937, es el autor del plan de Naciones Unidas que dio pie a la independencia de Kosovo en el mes de febrero, con la oposición de Serbia y de Rusia.

el 15 sep 2009 / 16:35 h.

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La labor de mediador durante tres décadas en conflictos internacionales del ex presidente finlandés Martti Ahtisaari le ha valido el Nobel de la Paz 2008. Nacido en 1937, es el autor del plan de Naciones Unidas que dio pie a la independencia de Kosovo en el mes de febrero, con la oposición de Serbia y de Rusia.

Ahtisaari, un habitual de las quinielas del Nobel desde hace unos años, vio finalmente reconocida su labor y la de su organización, Crisis Management Initiative. Según el Comité, "en los últimos 20 años" Ahtisaari "ha figurado de forma destacada en los intentos por resolver varios conflictos graves y duraderos". Por ejemplo, "en 1989-1990 jugó un importante papel en la instauración de la independencia de Namibia". Asimismo, "en 2005, él y su organización Instituto de Gestión de Crisis (CMI) jugaron un papel central en la solución de la complicada cuestión de Aceh, en Indonesia", precisa.

El comunicado recuerda también que "en 1999 y de nuevo entre 2005 y 2007, trabajó en circunstancias especialmente difíciles en la búsqueda de una solución al conflicto de Kosovo". Aparte, "en 2008, a través del CMI y en cooperación con otras instituciones, intentó ayudar en la búsqueda de una conclusión pacífica a los problemas de Irak" y también "aportó contribuciones constructivas a la solución de los conflictos en Irlanda del Norte, Asia central y el Cuerno de África".

Pero según el mismo Ahtisaari, "Namibia fue el más importante de todos porque se necesitó mucho tiempo para lograr la independencia de este país". Por lo demás, declaró a la emisora pública de radio noruega NRK: "Estoy muy satisfecho por la decisión y muy agradecido".

No obstante, la decisión a favor del político finlandés decepcionó a quienes esperaban una apuesta arriesgada a favor de activistas chinos como Hu Jia o la abogada chechén Lidia Yusúpova, con el consiguiente mazazo que habría sido para China o Rusia.

El Nobel encrespó, sin embargo, a Moscú, que lo vio como una justificación del reconocimiento a Kosovo y, más aún, a un hermano del ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, quien se mostró "indignado". En esta línea también se manifestó el ex primer ministro serbio Vojislav Kostunica, quien aseguró que "Ahtisaari es conocido como el único mediador internacional cuyo plan no ha sido aprobado en el Consejo de Seguridad de la ONU pero que sobre la base de la política de la fuerza se aplica en Kosovo".

Sí es cierto que con este Nobel Oslo reconoce que este año no hay un proceso de paz que premiar, puesto que no se ha cerrado ninguno. Razón de más para reconocer a los incansables que siguen y seguirán apostando por la resolución pacífica de conflictos.

El premio de la Paz cerró la "semana Nobel" -el último, de Economía, se anuncia el lunes- y siguió al de Literatura al francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, una decisión polémica que provocó confusión y hasta rechazo. Este premio venía precedido de la polémica encendida por el secretario permanente de la Academia Sueca, Horace Engdahl, al afirmar en una entrevista que la literatura de EEUU ocupa un papel marginal en el mundo, cuyo centro sigue siendo Europa.

Pero hay más. El de Medicina, que fue compartido entre Harald zur Hausen, Francoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier cuando éste último mantiene un contencioso entre su laboratorio -el Instituto Pasteur- y el National Cancer Institute de Washington de Robert Gallo por la "patente" del virus del sida.

Por último, al anuncio del Nobel de Física Roma denunció el "olvido" de sus colegas Nicola Cabibbo y Giovanni Jona-Lasinio, quienes fueron incluso premiados por la Real Academia Sueca.

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