Lola Arjona y su marido, vecinos de Málaga, llevan un año y medio tomando Noni, el zumo de frutas procedente de la Polinesia francesa y que supuestamente causó la muerte el pasado domingo de un hombre de 40 años en Ogíjares (Granada). Su "asombro y preocupación" cuando conocieron la noticia fue "máximo" y dejaron de beberlo al momento.
A pesar de ello, Lola solo tiene buenas palabras para esta bebida revitalizante, incluso lo han recomendado a familiares y a amigos. Diariamente toman dos vasos desde que lo conocieron en una feria de muestras. "Los médicos y yo hemos notado una gran mejoría en mi marido. Le ha bajado el colesterol, se le ha regulado la tensión y el azúcar, y los bronquios que siempre los ha tenido fatal, ahora están bien", explicó la mujer.
Este matrimonio malagueño de unos 70 años de edad compra habitualmente Noni a través de Internet, ya que se fabrica en Estados Unidos. No es un producto barato, sobre todo porque es de importación. Cada botella de un litro cuesta 42 euros que pagan "encantados". "Nos llevamos un buen susto cuando mi hija me llamó para decirme lo que había pasado con el zumo. Normalmente nos tomamos dos vasos, uno por la mañana y otro por la noche, y el de la noche ya no nos lo bebimos", dijo Lola.
Ayer todavía no habían contactado con la Junta ni con su doctor porque un hijo y el yerno del matrimonio son médicos y les dijeron que no se preocuparan. Lola dijo que informará a la Junta.
