Cuatro meses después de la aprobación de la ordenanza que restringe la circulación de vehículos por el Centro, sólo 1.700 vecinos han pedido permiso como residentes o dueños de garaje para ir por el casco histórico en coche. Hay 58.024 habitantes y 18.264 turismos censados en la zona.
El Gobierno local decidió dar un margen de casi un año de adaptación a la Ordenanza de Circulación de Peatones y Ciclistas, que limita el acceso de vehículos particulares al casco histórico. Uno de los objetivos de este periodo era fomentar que los vecinos obtuviesen los permisos necesarios, que se expiden en las oficinas del Distrito Centro.
En cuatro meses -la ordenanza entró en vigor en octubre, pese a que aún no se aplica-, sólo se han tramitado 1.700 solicitudes. 937 de clase A -para personas empadronadas en domicilios del Centro- y 857 de clase B -dueños o arrendatarios de plazas de garaje en el núcleo urbano-, según los datos facilitados por la dirección del distrito.
La escasa incidencia de estos primeros cuatro meses de adaptación a la normativa queda en evidencia al comparar estos datos con las cifras oficiales difundidas por el propio equipo de Gobierno a finales del pasado año. Según los estudios realizados por el área de Movilidad, en la zona del Centro de la ciudad hay 58.024 vecinos empadronados y están registrados 18.264 vehículos.
Aunque estos números sólo reflejan parte de la realidad -hay trabajadores con plazas de garaje y residentes en la zona que no aparecen en el censo-, los 1.700 vecinos que han respondido al llamamiento del Ayuntamiento y han pedido los permisos de circulación son una cifra reducida, que apenas representa el 10% del total.
Aunque aún quedan meses para empezar a aplicar las restricciones, la ordenanza ya está en vigor y, de momento, apenas ha calado entre los vecinos del casco histórico. Éstos tienen unos seis meses para responder al llamamiento del equipo de Gobierno. Según los plazos establecidos para la peatonalización y ratificados recientemente por el delegado de Movilidad, Francisco Fernández, las cámaras de seguridad -dispositivos que se instalarán en los accesos al Centro en los que quedarán registradas las matrículas de los coches que entren- comenzarán a situarse a partir del verano, de forma que aproximadamente en septiembre se ponga en marcha este sistema de control.
A partir de este momento, sólo deberán circular por el Centro los vehículos autorizados -con los permisos de Clase A o B o licencias temporales- y aquellos que acrediten que se dirigen a los aparcamientos rotatorios, que seguirán en funcionamiento, pese al compromiso municipal de destinar todas sus plazas a los residentes.
El plan municipal recoge que desaparezcan las plazas de zona azul -los vecinos tendrán unos 3.000 estacionamientos en los bordillos-, de forma que todos estos sitios puedan ser usados por los vecinos, los únicos autorizados a circular por el Centro en el horario comercial.
