El Gobierno se inclina a pensar que Zapatero será investido presidente en segunda vuelta y tomará posesión de su cargo el 12 de abril. Todo esto después de que CiU descartase su apoyo al líder socialista, por lo que dejó en manos del PNV -como ocurrió en la votación de José Bono en el Congreso- si será elegido en primera o segunda votación.
La opción de que el presidente sea investido en segunda vuelta no parece importar mucho al Gobierno, según las declaraciones de la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, que señaló que "si se llega a un acuerdo bien", pero si no "tampoco pasa nada". "Los ciudadanos nos otorgaron la confianza suficiente para gobernar en esta legislatura incluso con una mayor autonomía que la anterior", añadió.
Y es que en el seno del PSOE ya se hacen a la idea de que la investidura se producirá en primera o en segunda vuelta en función de lo que decida el PNV, al igual que ocurrió hace unos días con la elección de José Bono como presidente del Congreso. Todo ello después de que ayer el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran, confirmase que su formación no apoyará a Zapatero y no descartó incluso votar en contra. "Debe ser la legislatura del cumplimiento del Estatut", se apresuró a afirmar Duran.
Otro posible aliado, como ERC, también manifestó el jueves su negativa a apoyar la investidura de Zapatero, que se encuentra con la única baza del PNV. La formación nacionalista no cierra sus puertas a la negociación, tal y como precisó ayer su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, que puntualizó que la posición del PNV sobre ANV en Mondragón -escollo en la negociación, ya que no apoyó la moción de censura del PSE contra la alcaldesa del municipio- no debería impedir futuros acuerdos.
Así lo aseguró Erkoreka después de reunirse con el secretario de Organización del PSOE, José Blanco. El dirigente nacionalista constató la dificultad de conciliar posiciones "tan dispares" como las del PSOE y el PNV, pero, aunque ambas formaciones "no sellaron ni acuerdos ni desacuerdos", informó de que se emplazaron a continuar explorando una vía en los próximos días para alcanzar un pacto.
El PNV abría así los brazos a una negociación, al igual que hizo Coalición Canaria (CC). El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, apostó por acuerdos entre la formación que lidera y Zapatero, frente a nacionalistas como CiU y PNV, "que le ponen las cosas complicadas con sus exigencias de cara a apoyar su investidura".
Mientras, quién se bajó definitivamente del carro de la negociación de su voto en la investidura fue Izquierda Unida. El todavía coordinador general de la formación, Gaspar Llamazares, anunció que propondrá a la dirección de IU abstenerse en la votación al considerar que el PSOE no quiere dar un giro a la izquierda, sino que prefiere pactos "a la carta".
Doble vía. Si se confirma las previsiones del Ejecutivo de que la elección del presidente sea en segunda vuelta, Zapatero acudirá a informar al Rey de la composición de su Gobierno el 12 de abril por la tarde, tras su toma de posesión, mientras que los ministros jurarían o prometerían sus cargos el día 14, cuando tendría lugar un primer Consejo de Ministros con carácter informal. Pero, en cambio, si es investido en primera vuelta el 8 de abril, tomaría posesión el dos días después y por la tarde informaría al Rey. Los ministros tomarían entonces posesión un día después, antes del primer Consejo de Ministros.
