El primer ‘coach’ marismeño invita a todos a ser feliz

El palaciego José Arahal trabaja para que las personas y las empresas alcancen sus propios objetivos con eficacia y rapidez.

el 15 jun 2011 / 20:34 h.

José Arahal ejerce como ‘coach’ desde Los Palacios.
Todo el mundo que quiera ser feliz puede lograrlo. El único requisito es pretenderlo, pues "no está tan claro que todo el mundo quiera", según José Arahal, un joven palaciego de 27 años que tras haber estudiado Publicidad y trabajado en los más diversos campos laborales, desde la hostelería hasta la comunicación corporativa, se ha convertido en coach, lo que traducido desde su origen húngaro y uso anglosajón viene a significar "entrenador".


En rigor, la esencia de este método, desarrollado sobre todo en el mundo empresarial estadounidense y también en el ámbito deportivo es, en efecto, entrenar a una persona o a un grupo hasta hacerlos conseguir sus objetivos. No hay gran multinacional que se precie que no ponga un coach a sus ejecutivos. Esto también es una trampa, porque como reconoce Arahal el coaching se ha convertido en una golosina empresarial. Y para los coaches, como este palaciego que ejerce profesionalmente al precio de 45 euros la sesión, su disciplina es algo mucho más serio.

A los profanos, el coach le puede parecer un mago, un confesor o un curandero. Pero José Arahal no es nada de ello, sino un profesional formado en una disciplina que absorbe teorías variopintas, desde Sócrates a la Neurolingüística, para construir estrategias eficientes de cambio. Al contrario de la Psicología, que indaga en las causas, el Coaching indaga en las soluciones, de modo que debe su fama a la eficacia y a la rapidez al conseguir resultados. Por eso triunfa en el mundo empresarial. Y por eso es cada vez más demandado en el terreno personal, en una sociedad tan estresante.

En España sólo hay unos cuantos centenares y sólo algunos han conseguido la certificación de la Asociación Española de Coaching (ASESCO), a la que aspira Arahal una vez aumente su hoja de servicios. "Nunca doy mi opinión ni daré un consejo", advierte para que ningún cliente se llame a engaño. El último caso de Arahal ha sido una chica que no encontraba la solución en esa encrucijada entre el mundo laboral y la maternidad. Al final dio con la clave. "Al final ha encontrado el sentido de su vida", sentencia el primer coach de la marisma.

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