Con autocrítica, asumiendo por fin lo que se denominó una “derrota histórica” derivada no sólo de la crisis sino de problemas de gestión, de un distanciamiento de la ciudadanía y de un discurso que no encajó siempre con las medidas que se aplicaban desde el gobierno, el PSOE de Sevilla afrontó ayer un comité provincial que se quiso plantear como un punto de inflexión. Sin la ruptura de provincias como Almería y con una mirada puesta en las elecciones . Un cambio de rumbo interno y externo. De fondo, y de formas al que apuntaron distintas sectores del partido. Desde la Ejecutiva liderada por José Antonio Viera, hasta aquellos dirigentes que, como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis encabezaron el sector crítico de la capital.
“Se debe producir una profunda transformación del partido”, anunció Viera antes de la celebración de un comité provincial que se convirtió en un prólogo de la conferencia política convocada ya para el mes de septiembre. En ella se deben dar forma a los cambios que se apuntaron ayer en la resolución política –aprobada por unanimidad– y que se plantearon en buena parte de las intervenciones. De entrada, una transformación de fondo, recogiendo el discurso del movimiento 15-M al que ayer se miraba con “respeto y consideración”. El listado de guiños, aportados a la resolución por distintos sectores críticos del partido, fue largo: listas electorales abiertas, gravar los movimientos económicos especulativos, limitaciones de mandatos, medidas para facilitar la participación...
Y, en segundo lugar, de formas: “Debemos planteanos un cambio de actitud en nuestra forma de relacionarnos con la sociedad. Nos hemos ido alejando de la ciudadanía y ahora tenemos que acercarnos a ellas”. Con este objetivo, se plantea una completa reestructuración de unas agrupaciones que, según la dirección provincial, “no han tenido la intensidad que la organización requiere”. Aunque la resolución aprobada ayer no concreta demasiado, este cambio pasa por dos medidas. La división de las grandes agrupaciones para ajustarlas a los barrios y el cambio del perfil de militante de forma que sea obligatorio vivir en el barrio de cada agrupación. Incluso la Ejecutiva se mostró dispuesta ayer a incluir en esta nueva estructura una ejecutiva municipal solicitada en repetidas ocasiones, no ayer, por el sector crítico.
En este contexto, fueron numerosas las llamadas a la unidad. Las hizo Viera quien pidió “aprovechar todas y cada una de las capacidades de la militancia”. Y lo hizo un sector crítico encabezado por Gómez de Celis que pidió medidas para conectar con el 15-M, un “discurso definido para las clases medias urbanas”, criterios de austeridad y la configuración de “una ejecutiva de concentración” que pasa por la inclusión en la dirección de otros sectores no incluidos en 2008. Viera recogió el testigo: “Agradezco las propuestas constructivas (...) Estamos abiertos para el que tenga ganas de trabajar y capacidad”.
