El Zenit San Petersburgo alcanzó su primer final europea al vapulear al Bayern de Múnich por 4-0 en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa de la UEFA. En la otra semifinal, el español Novo metió al Rangers escocés en la final en la tanda de penaltis.
De esta forma, el equipo de la antigua capital de los zares se ha ganado por derecho propio el apodo de "matagigantes" de Europa, ya que ha derrotado al Villarreal, Marsella, Bayer Leverkusen y al Bayern de Múnich. El equipo bávaro fue un juguete en manos del equipo ruso, que es entrenado desde la temporada pasada por el "sargento" holandés Dick Advocaat.
El Bayern aguantó cuatro minutos, los que tardó Pogrebniak, autor de diez goles en esta competición, en batir de falta directa a Oliver Kahn, que hizo la estatua (m.4). En este momento, poco podía imaginar el mítico guardameta alemán que recogería cuatro balones de su portería en su último partido internacional.
En la frontera de los 40 años, Kahn abandonó el estadio Petrovsky con el mismo semblante que en la final del mundial 2002, cuando Brasil derrtotó a Alemania por 2-0. Los alemanes intentaron nivelar el marcador, pero todas sus intentonas se reducían a centros a la olla con destino al italiano Luca Toni.
En medio del desconcierto del Bayern, el mejor jugador ruso, Zyrianov, frustró cualquier esperanza de recuperación alemana al anotar el segundo gol, en el minuto 39. A imagen y semejanza de Zinedine Zidane, el ruso dejó sentados con una finta con la cintura al brasileño Lucio y al argentino Martín Demichelis y batió de tiro cruzado a Kahn.
Como era de esperar, el Bayern salió enrabietado en el segundo tiempo, y Toni dispuso a los cinco minutos de la mejor ocasión de su equipo, pero Malaféev despejó a córner. El Zenit finiquitó el partido en el minuto 49, cuando el pequeño Fayzulin aprovechó un mangnífico centro de Anyukov para marcar de cabeza el 3-0.
El argentino Alejandro Domínguez se sumó al a fiesta al fabricar él solo el cuarto gol de la noche. En un palmo de terreno se deshizo de Lahm y dio el pase de la muerte para que Pogrebniak marcara con su pierna mala el último gol del partido.
