Deportes

España golea a Austria en su estadio talismán

España goleó a Austria 1-5 en un partido cómodo para los de Vicente del Bosque. Villa, con dos goles, Cesc, Pablo Hernández y Güiza fueron los goleadores. En la segunda parte los sevillistas Navas y Negredo tuvieron minutos y el primero de ellos volvió a dejar una gran imagen.

el 18 nov 2009 / 23:41 h.

La España del esplendor geométrico, esa que desquicia a sus rivales con la escuadra y el cartabón, volvió a darse un festín en Viena al golear (1-5) a una selección austríaca que tuvo que recurrir a la dureza para tratar de frenar a la Roja.

El rocoso equipo de Constantini trató de atajar el juego de alta escuela de la selección española con presión y dureza, pero como la mayoría de los rivales, acabó anestesiado ante el hipnótico control del balón de los de Vicente del Bosque. La marcha Radetzky que pusieron en el estadio para desperezar al público pareció animar a los austríacos, que salieron a morder, y en el minuto 7 Wallner se coló por la derecha y cedió a Jantscher, quien, solo dentro del área, marcó después de que el balón golpease en Sergio Ramos y despistase a Casillas. Pero poco le duró el espejismo a Austria. Tres minutos después, Silva robó un balón cerca de la frontal del área y entre una nube de contrarios destiló un pase a Cesc, que batió por bajo al meta Gratzei entrando por el centro ante la mirada de la zaga.

El segundo gol de España demostró todas sus virtudes: verticalidad, toque y definición. Xavi pasó a Iniesta, que entregó un preciso pase al desmarque de Villa, quien batió al meta austríaco con un tiro cruzado en el minuto 20. La remontada llegó en sólo 13 minutos. Pero el partido se rompió definitivamente cuando Pehlivan vio la tarjeta roja directa en el minuto 27 por una dura entrada a Busquets, con quien se las había tenido desde el inicio del choque. Los piques entre algunos jugadores avisaban de que alguien podía irse a la calle, y así fue.  Para entonces, el ambiente de confraternización se esfumó por completo y el estadio empezó a silbar todas las acciones de los discípulos de Del Bosque.

Con Xavi a la batuta, asistido por unos magníficos Iniesta y Silva, la selección española amordazó a la de Austria con una circulación trepidante del cuero y su habitual repertorio de pases perfectos. En el minuto 35, Silva estuvo a punto de ampliar la cuenta en un contragolpe que desbarató Gratzei con una buena estirada cuando ya se colaba el balón. Con los de Constantini sufriendo la inferioridad numérica y España jugando con más libertad, Silva sacó de la chistera un pase cruzado al hueco que Villa materializó con sutileza en el minuto 45. Segundo gol del asturiano y prácticamente sentencia a un partido de claro color español de principio a fin.

Austria sólo llegó a las inmediaciones de Casillas en alguna galopada solitaria y en los últimos 45 minutos Constantini adelantó mucho la defensa, dejando espacio a las internadas españolas en las bandas.

La segunda parte se convirtió en un monólogo de España, que marcó dos goles al poco de comenzar con Pablo Hernández como protagonista en ambos tantos. Del Bosque introdujo a cinco jugadores de un plumazo, cambiado por completo la cara del equipo, aunque no su gran rendimiento.

En la primera acción que protagonizó, Pablo asistió a Güiza con éste anotando tras robarle la cartera al defensa, y en la segunda el extremo del Valencia se marchó con habilidad y culminó tras un buen pase de Jesús Navas, su gran rival en la lucha por un puesto en la lista para Sudáfrica.

Con Pablo y Navas recreándose en los extremos, el juego de la selección española arrinconó a un rival que estaba ya tumbado en la lona y para el que el encuentro se había convertido en un auténtico martirio. Podían haber llegado más goles para España si se hubiera materializado un pase de la muerte de Güiza, después de un vistoso taconazo de Sergio Ramos, pero rebotó en un defensa y acabó en el palo. Los últimos minutos España tocó con placidez y ahogó a Austria, que tuvo una última oportunidad en un contragolpe que marró Hoffer ante Reina. Su disparo se marchó muy desviado, casi fruto de la importancia de un equipo que nunca pudo con el de Vicente del Bosque. España sigue imparable en su camino hacia el Mundial y, como no podía ser de otra forma, triunfó donde conquistó la Eurocopa 2008.

  • 1