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Estafa 10.000 euros a la empresa que lo despidió

La Guardia Civil detuvo hace unos días en Gerena a un individuo que, presuntamente, había sustraído de la tarjeta de la empresa de la que fue despedido combustible por valor de 10.000 euros.

el 15 sep 2009 / 05:06 h.

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La Guardia Civil detuvo hace unos días en Gerena a un individuo que, presuntamente, había sustraído de la tarjeta de la empresa de la que fue despedido combustible por valor de 10.000 euros. Durante meses, estuvo repostando en garrafas, que después vendía a los camioneros y que pagaba con la tarjeta que se quedó tras perder su empleo.

La Guardia Civil tuvo noticias de los hechos tras recibir la denuncia de una empresa alertando de que, tras la última revisión de cuentas y pagos, detectó un gasto excesivo en combustible en dos de las tarjetas de repostaje, una de las cuales se encontraba extraviada desde hacía meses. De hecho, el detenido por esta presunta estafa no la entregó tras irse de la empresa alegando que había perdido.

Tras esa denuncia, fueron los efectivos de la Guardia Civil de Gerena los que se hicieron cargo de la investigación. De este modo, después de distintas pesquisas, tuvieron conocimiento de que la mayoría de los consumos se habían realizado en dos gasolineras ubicadas en los términos municipales de Guillena y Gerena.

Los agentes se trasladaron hasta las citadas estaciones de servicio y, tras realizar algunas investigaciones, averiguaron que una persona había estado haciendo repostajes en garrafas a cargo de la tarjeta. El citado individuo decía que estaba autorizado por la empresa para tal acción, según informaron fuentes de la Guardia Civil.

Los guardias civiles lograron hacerse con una fotografía del sospechoso, que resultó ser un ex empleado de la empresa denunciante. Esta persona fue reconocida sin género de dudas por los empleados de la gasolinera, por lo que se procedió a su detención.

En este sentido, F.D.O., vecino de Gerena y de 39 años, fue detenido por un presunto delito continuado de estafa, ya que, según informaron las mismas fuentes, durante seis meses repostó gasoil de manera ilícita con la tarjeta de la empresa, mientras trabajó en la misma. Del mismo modo, en el momento en que fue despedido no entregó una de las tarjetas, por lo que siguió con la actividad delictiva hasta llegar a estafar una cantidad total de 10.000 euros a la compañía.

El detenido se vestía con mono de trabajo y repostaba con garrafas homologadas de combustible, haciéndolo en horas distintas y con empleados diferentes para no levantar sospechas, según el relato del Instituto Armado. Posteriormente, según declaró el propio detenido a los agentes, lo vendía a camioneros que paraban en las inmediaciones de la gasolinera, consiguiendo dinero en metálico.

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