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Europa como tabla de salvación para el Sevilla

La UEFA, ahora la Liga Europa, encumbró al equipo nervionense en la temporada 2005/06 en una situación similar, pero también fue un lastre para Jiménez.

el 14 feb 2011 / 20:36 h.

Gregorio Manzano, observando el juego.

El Sevilla compite por entrar en la segunda competición continental, ha llegado hasta donde ha podido en la Copa del Rey y tiene por delante una complicada eliminatoria en la Copa de la UEFA, ahora la Liga Europa, para salir adelante. El entrenador, además, está algo cuestionado y su futuro, por el momento, no va más allá de junio. En estos momentos este panorama es casi catastrófico en el club nervionense, pero es bastante similar al de la temporada 2005/06, con Juande Ramos en el banquillo, la que acabó con el primer título europeo y que sirvió de punto de partida para los mejores años de la historia de la entidad.

La UEFA, la Liga Europa, ha dado mucho al Sevilla. Ha sido tabla de salvación del equipo cuando arreciaban las dudas en la Liga y también ha sido motivo de desconfianza cuando las cosas en la Liga marchaban bien.

Es, sin duda, una competición de peso en el conjunto nervionense y puede marcar el futuro del equipo sevillista y de Gregorio Manzano.

Por ejemplo, para Juande Ramos fue su cima, el torneo que le encumbró a él y a su equipo cuando todavía andaban intentando, en ambos casos, dar el salto al máximo nivel. La situación del manchego no era la idónea en su primer año. Había terminado enero muy tocado por la eliminación en la Copa del Rey ante el Cádiz y las dudas se cernían sobre su figura. Incluso la sombra de la destitución lo amenazó. Pero llegó la eliminatoria con el Torpedo de Moscú, y luego la del Lille, y el equipo salió reforzado, y tanto, fue campeón.Esa referencia tendrá ahora mismo Gregorio Manzano. Sin duda, ser campeón de la Liga Europa es a día de hoy una quimera, pero el torneo continental puede ser un importante apoyo para un técnico que está en tela de juicio por el pobre rendimiento que ha ofrecido en la Liga. En la Copa del Rey ha logrado un aprobado sobrado alcanzando las semifinales, en la Liga suspende, y Europa puede desnivelar la balanza a su favor, o en su contra.

Porque la segunda competición continental también ha sido contrapeso negativo en algunos casos. Manolo Jiménez, en su segunda temporada, vio cómo su futuro en el banquillo sevillista se tambaleaba tras ser eliminado a las primeras de cambio en la UEFA tras perder ante la Sampdoria en Génova. En aquel caso fue a la inversa. También llegó a la semifinal de la Copa del Rey, aprobó y de largo en la Liga –acabó tercero– pero fracasó en Europa. Dos de tres, y continuó.

Es decir, que haciendo balance el fracaso en la Liga, al menos no alcanzar el objetivo, no es sinónimo de destitución siempre que en los torneos del KO la respuesta sea buena. Ese es el único apoyo que le queda a Manzano esta campaña, reaccionar en la Liga, garantizarse la séptima plaza como mínimo y progresar en la Liga Europa, aunque lo tiene difícil, el Oporto acecha.

¿Y si cae? A día de hoy José María del Nido no tiene pensado cesar a Manzano. Estaría por ver su decisión si el equipo no da la cara ante el Oporto. Pero también hay razones de peso para mantener al de Bailén. Darle salida no resultaría nada barato. Habría que pagarle el finiquito a Manzano y a tres empleados más, su segundo, su preparado físico y al entrenador de porteros.

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