El párroco de San Bernardo, José Álvarez Allende, falleció ayer a los 97 años de edad en la Clínica de Santa Isabel donde estaba ingresado. Toda una institución en el barrio llegó hace más de 50 años con la sotana, prenda que usaba a diario para trabajar desde las trincheras de la calle en pro de sus vecinos.
La capilla ardiente está abierta esta noche en su iglesia desde las 21.00 hasta las 23.00 horas.
Don José, como le saludaban todos, se ganó el cariño y el respeto de este barrio de toreros, artilleros y carniceros. Tanto es así que hace unos años a petición de la hermandad de San Bernardo recibió el título de prelado de honor de Su Santidad el Papa, por lo que tenía tratamiento de monseñor.
‘Alma mater' de este barrio obrero que sufrió el éxodo poblacional que en los años 60 dejó tras de sí el desbordamiento del Tamarguillo, Don José levantó el colegio parroquial de San Bernardo y fomentó el culto a Jesús Sacramentado en el seno de su hermandad: la de San Bernardo . Y que fue director espiritual de esta cofradía del Miércoles Santo y hermano, llegando a vestir la túnica de capa hasta hace tres años.
Su recuerdo seguro que estará presente en la nueva Casa Hermandad, que no verá terminada y cuya primera piedra puso hace meses junto al cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. Barrio y hermandad están de luto.
