El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, marcó ayer una línea nítida sobre lo que no está dispuesto a tolerar del nacionalismo catalán. En los Desayunos de Europa Press, aseguró que no admitirá, en ningún caso, un concierto económico ni un pacto fiscal para Cataluña porque no está previsto constitucionalmente y dijo que, además, permitirlo supondría aceptar una fragmentación de soberanía.
A su juicio, ningún Gobierno español, sea del partido que sea, debería consentirlo. Tras las elecciones catalanas, en las que CiU ha arrasado y el tripartito se ha descalabrado, Griñán achacó la debacle de los socialistas catalanes al "castigo" de los ciudadanos al tripartito. Ayer insistió en que la gente "no entiende un gobierno de tres".
El presidente andaluz, que hizo una defensa férrea del Estado autonómico, aprovechó su intervención para ofrecer un pacto de colaboración entre las administraciones para fortalecer el "valor de España", y avisó de que combatirá "todo retroceso" en la igualdad entre territorios. "No aceptaremos fragmentación de soberanía. La soberanía es del pueblo español y se deposita en las Cortes. No hay soberanías en las autonomías", afirmó.
En clave andaluza, Griñán se refirió a la reforma del sector público que mantiene enfrentada a la Junta con sus trabajadores. El presidente confió en alcanzar acuerdos con PP e IU durante la tramitación parlamentaria como proyecto de ley. Según él, la tramitación en la Cámara tiene una "ventaja" y es que los partidos "se van a tener que leer el decreto y así se darán cuenta de lo que dice y lo que no dice". "Hasta ahora se ha estado hablando de memoria", ironizó, en clara alusión al PP.
política nacional. Griñán no rehuyó los debates más candentes de la política nacional. El líder del PSOE-A sostuvo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, debería anunciar si se presenta a la reelección "unos meses antes" de los comicios generales que, en su opinión, no se adelantarán. A su juicio, no saber si Zapatero concurrirá o no genera "todavía más incertidumbre", pero descartó que vaya a celebrarse un congreso extraordinario de su partido en febrero o marzo. El presidente andaluz negó tajantemente que haya barones socialistas que no quieran que Zapatero viaje a sus comunidades para hacer campaña. Griñán desvinculó un hipotético adelanto de las generales a las autonómicas y dejó claro que las elecciones andaluzas serán en marzo de 2012. Dijo que "da lo mismo" que ambas citas con las urnas coincidan o no en fecha porque algunas veces beneficia y otras perjudica al PSOE.
Griñán avaló las últimas medidas tomadas por Zapatero para contener el déficit público. Sobre la eliminación de los 426 euros para los parados que hayan agotado todas las prestaciones, dijo que esta ayuda "no desaparece, sino que se prorroga", y que será sustituida por becas para la formación de los desempleados. Aplaudió que el Ejecutivo esté "paulatinamente" sustituyendo las políticas pasivas de empleo por políticas activas y también la decisión de privatizar AENA. Es más, señaló que no tendría "inconveniente" en que algún aeropuerto andaluz pase a manos privadas. En cuanto al retraso de la edad de jubilación, sostuvo que prorrogarla como "norma general" puede ser una "gran faena" para trabajadores que llegan "muy cascados" a los 65 años.
Por último, sobre Cajasur, aseguró que le hubiera gustado que el Banco de España "hubiera amenazado un poco antes" a los consejeros de la entidad cordobesa para que éstos "hubieran dicho que sí" a la fusión posteriormente fallida con Unicaja.
El Sevilla, el líder del PP-A, Javier Arenas, criticó todas las reflexiones de Griñán. Dijo que la supresión de los 426 euros traerá más "emergencia social" en Andalucía y acusó al presidente andaluz y a Zapatero de "mentir constantemente" al ocultar los recortes sociales y las privatizaciones. Se mostró convencido de que las autonómicas no serán en 2012 "porque Griñán ha dicho que serán esa fecha, y siempre pasa lo contrario de lo que dice".
