"Su estrategia política es el testimonio de su maldad y de su fariseísmo". Fue una de las frases más contundentes que Griñán le brindó al presidente del PP andaluz, Javier Arenas, quien acusó al titular de la Junta de "prevaricación". Descalificativos después de que la oposición haya sumado al escándalo de las supuestas irregularidades en los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) pagados con fondos públicos, una nueva ofensiva de gran dureza contra el expresidente Manuel Chaves por las actividades empresariales de su hijo Iván Chaves, al que acusan de actuar como intermediario y aprovechar el cargo de su padre para conseguir negocios.
La sarta de supuestas irregularidades que salpicaron el pleno va creciendo. Y lo que queda, admiten desde PSOE y PP, que comienzan a asumir que la política andaluza no va a poder salir del lodazal hasta las elecciones. El PSOE contraatacó con Gürtel y sacó a relucir que el suegro de Arenas, Manuel Olivencia, dueño de un prestigioso despacho de abogados asesoró a la Junta en el caso de empresas como Santana y que cobró del fondo de ayudas que investiga la justicia. Por su parte el PP reveló un nuevo nombre, el de la empresa Entretrés, apuntando "conexiones sospechosas con campañas publicitarias del PSOE" y pidió todos los contratos con esta firma, tras asegurar que con diferentes consejerías de la Junta superaron los 21,5 millones en euros en 2005.
En este escenario y tras semanas en las que ha aparecido un Gobierno arrinconado en el cuadrilatero político, Griñán, en un tono mucho más duro del habitual, subió a dar golpes. Ya el Gobierno había dejado constancia de que iban a sacar los colmillos y aplicar la máxima de que la mejor defensa es un buen ataque. Para los socialistas, Griñán protagonizó una de sus sesiones más "brillantes" y dio "un golpe en la mesa". Para los populares, Griñán solo demostró que está "histérico" y se desenvolvió en el tono más "faltón y endeble" que se le recuerda.
"30 años de Gobierno y ni un solo cargo público condenado por irregularidad alguna, ni uno solo, y eso lo tienen que saber todos los andaluces", proclamó el presidente. Acusó a Arenas de tener una trayectoria "poco edificante" y de jugar con "trampas, infamias y contradicciones". El popular insistió en lamentar el "desgobierno" en el que está Andalucía y aseguró que el fraude de los ERE ha "destapado el pastel" y subrayado "la arbitrariedad" del Gobierno al gestionar fondos públicos. "Intrusos, intermediarios y comisionistas campan a sus anchas empezando por los cachorros del poder".
Arenas hurgó en la herida interna del PSOE-A: "Ningún ministro aunque dimitiera le dijo a Aznar que no era su presidente". Se refería a la afirmación de Pizarro el sábado, cuando tras salir del Gobierno y dejar constancia de la división interna, proclamó: "Para mí, Chaves es el presidente de la Junta". Griñán tuvo un gesto. No habían hablado desde su dimisión. "El señor Pizarro es mi compañero diga lo que diga y comparto lo que dijo el sábado. La historia de la autonomía de Andalucía no se podrá escribir jamás sin Chaves". Acto seguido ordenó sus papeles, se levantó al compás de un aplauso y se dirigió a quien fue referente del PSOE-A 14 años, ahora en segunda fila. Le tendió la mano. Pizarro no se lo esperaba. En sus filas dicen que trató de abrir un nuevo capítulo en una historia de líos internos entre los socialistas que dará mucho que hablar.
El PP-A defiende a Tarno y niega su vinculación con Gürtel
El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, defendió que todas las cuentas electorales del partido están "perfectamente auditadas" por el Tribunal de Cuentas y por la Cámara de Cuentas, "que en ningún caso han hecho llegar ningún tipo de reparo a las cuentas que el PP presentó a las elecciones".
Sanz se pronunció así después de que la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, emplazara al presidente del PP-A, Javier Arenas, a dar explicaciones "de cómo entró la trama Gürtel en Andalucía de la mano del PP y cómo salpica a sus candidatos municipales" en ciudades como Mairena del Aljarafe (Sevilla). Una información de Público ayer apuntó que Ricardo Tarno, número tres del partido y alcaldable, figura en la agenda de Pablo Crespo, cabecilla de la trama Gürtel, en una anotación realizada en septiembre de 2005 con la cifra "36.697 euros + IVA" dentro del epígrafe "temas pendientes".
"Las explicaciones del PP las tiene dadas ante el Tribunal de Cuentas, donde están auditadas perfectamente todas las cuentas de campaña", dijo Sanz, que destacó que "en esas anotaciones incluso figuran con IVA porque si estuviéramos hablando de otra cosa no estarían con IVA". Tarno es el último hombre fuerte del PP de Arenas que sale salpicado en Gürtel, después de que trascendiera que la Fiscalía estudia la imputación en el caso de la exalcaldesa de Jerez y diputada María José García Pelayo por unos supuestos contratos con la trama.
