Menú
Cultura

Inquieta batuta

Teatro de la Maestranza. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Rénaud Capuçon, violín. Frank Beermann, director. 

el 23 oct 2009 / 07:25 h.

Subía anoche por vez primera al podio de la Sinfónica de Sevilla el maestro Frank Beermann y lo hizo para dirigir la orquestación de Webern del Ricercare de la Ofrenda musical de Bach en una versión lánguida, por momentos totalmente inerte y de nefastos presagios. Error que subsanó a renglón seguido con una vigorosa lectura del Concierto para violín de Korngold, hermosa aunque anacrónica obra que se ofreció plena de contrastes: al violín virtuoso e hiperomántico de Rénaud Capuçon le dio las entradas la batuta más seca y acerada de Beermann.

En la propina, el violinista conquistó un memorable silencio del público con una elegiaca (y lentísima) versión personal del momento de la muerte de Euridice, página original extraída de la popular ópera de Gluck.

Al Beethoven de la Eroica, el maestro estadounidense lo guió por un camino previsible pero no exento de personalidad. Contando con una orquesta generosa en cuerdas, aligeró a través de tiempos vivos y cortantes perfiles (con especial impronta de los timbales). El trío central fue muy fugaz  y todas las familias instrumentales acertaron a seguir las demandas de una versión que no tuvo nada de rutinaria. Cierto, como alguien dijo, que Pedro Halffter habría dado más en la diana, pero sin menosprecio de Beermann.

  • 1