Tras erigirse, junto a Hulk, en la gran estrella de Los Vengadores, Iron Manregresa a los cines con su tercera película en solitario. Dirigido ahora por Shane Black, Robert Downey Jr. vuelve a dar vida a Tony Stark en la que es, de largo, la mejor entrega de la saga.
Después de repartir mamporros con Thor, La Viuda Negra, Hulk, El Capitán América y compañía en la hipertaquillera reunión de Marvel, Tony Stark regresa a su vida de millonario, chulo, descarado, vividor... pero ya nada es como antes. Ahora nuestro héroe apenas duerme, sufre ataques de ansiedad y vive obsesionado con proteger lo único sin lo que, confiesa a cámara, no puede vivir: su amada Peper Potts. No en vano a su chica es Gwyneth Paltrow, la mujer más bella del mundo según la revista People. Stark nunca ha sido tonto. Ella se encarga de dirigir el imperio Stark mientras el ahora huraño Tony pasa día y noche encerrado en el sótano de su mansión de Malibú enredando con sus juguetitos. Cuando el héroe vive sus horas más bajas, una nueva amenaza estalla ante sus narices: El Mandarin. Un terrorista dispuesto a acabar con todo y con todos de forma indiscriminada. En ese "todos" también va incluido Iron Man que sentirá en sus propias carnes el poder abrasador del despiadado villano. Una figura que tras su ecléctica y cuidada iconografía esconde fantasmas del pasado.