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Javier Arenas es de Curro Romero

No hace mucho tiempo escribía en estas mismas páginas, refiriéndome a la situación que estaba viviendo el PP en su periodo precongresual, que lo que no te mata te fortalece. Y según todos los indicios, eso es lo que ha ocurrido...

el 15 sep 2009 / 06:40 h.

No hace mucho tiempo escribía en estas mismas páginas, refiriéndome a la situación que estaba viviendo el PP en su periodo precongresual, que lo que no te mata te fortalece. Y según todos los indicios, eso es lo que ha ocurrido, es decir, que Mariano Rajoy, tras aguantar puñaladas internas y ataques externos, ha llegado al congreso nacional que comenzó ayer en Valencia, con bastante mas fuerza de la que se preveía hace un mes, y conseguirá cerrar mañana con un liderazgo mucho más consolidado, precisamente porque ha sabido superar los cuestionamientos, unos concretos y otros difusos, que ha venido sufriendo desde la derrota electoral del 9M.

En este proceso, Rajoy ha tenido un gran aliado en sí mismo, o sea, su flema, entre gallega y británica le ha servido para poner distancias y le ha permitido el no descomponer la figura, y como todo buen aficionado sabe la aptitud estoica de los toreros provoca el aplauso en los tendidos. El mantener el tipo ante la embestida del morlaco es un gesto que los aficionados saben apreciar. Y eso es lo que ha hecho Rajoy.

También, por supuesto, el presidente del PP ha tenido decisivos compañeros de viaje. Camps, Núñez Feijoo, Valcarcel, el propio Ruíz Gallardón y María Dolores Cospedal, ahora recompensada con acierto con la secretaría general, y otros muchos, menos conocidos pero que han apostado, en público y en privado, por el proyecto de Rajoy.

Bueno, alguien puede preguntarse el por qué no he mencionado entre los apoyos a Mariano Rajoy a Javier Arenas. No lo he hecho, no por olvido - nadie se lo iba a creer - sino porque merece capítulo aparte. Probablemente, el núcleo de apoyo a Rajoy no hubiese actuado con la oportunidad y la eficacia que lo ha hecho, si no hubiese intervenido Javier Arenas como elemento de cohesión. Y además, lo ha hecho sin pelearse con nadie, ni siquiera con la Aguirre, que es como se demuestra al arte.

Pero no sólo ha demostrado Arenas su habilidad política al liderar un núcleo de dirigentes territoriales en torno a Rajoy, sino que también ha dejado claro que su compromiso con Andalucía, no era solamente algo que hacía falta repetir de cara a la galería, sino que lo tenía, y lo tiene, absolutamente asumido e interiorizado. De ahí, que, a pesar de que reunía las mejores condiciones, por conocimiento del partido y autoridad interna, para haber sido el secretario general, ha optado, desde el principio, por no aceptar un puesto, políticamente deseable, pero que le hubiese obligado de hecho a dejar su responsabilidad en Andalucía. Esta responsabilidad, más que un cargo, es un compromiso vital y una prioridad conscientemente asumida.

A partir de ahora el papel de Javier Arenas será más importante a nivel nacional, puesto que asume la Vicesecretaria de Acción Territorial, pero ha demostrado que está dispuesto a seguir librando la difícil y larga batalla de Andalucía. Y esto lo ha hecho sin que lo empitone el toro, no como José Tomás, porque aunque alguno todavía no lo sepa Javier Arenas es de Curro Romero.

Periodista

juan.ojeda@hotmail.es

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