Economía

«La banca, fatal. Cierra la puerta incluso a la agroindustria solvente»

¿Crisis? En el sector agrícola, no, sí para algunas ganaderías. El consejero de Agricultura y Pesca, que proclama la solvencia de la agroindustria regional, lamenta el «cerrojazo» que han dado los bancos a las empresas que nada tienen que ver con el ladrillo y sí con el sostén de la Andalucía rural. Foto: A.A.

el 15 sep 2009 / 11:23 h.

¿Crisis? En el sector agrícola, no, sí para algunas ganaderías. El consejero de Agricultura y Pesca, que proclama la solvencia de la agroindustria regional, lamenta el «cerrojazo» que han dado los bancos a las empresas que nada tienen que ver con el ladrillo y sí con el sostén de la Andalucía rural.

-Hace unos días vimos a Martín Soler entregar una ayuda de urgencia a una empresa almeriense con problemas de liquidez. ¿Se esperan más?

-Lo de la firma almeriense, TPM, ha sido un incentivo reintegrable, a devolver, una transferencia de crédito a través de las consejerías de Innovación y Empleo e IDEA. En Almería la industria auxiliar, más de 200 empresas, es vital para una agricultura que, en estos momentos, es la más rentable y la que está más presente en los mercados. A ese sector auxiliar, que factura 1.500 millones y sostiene una producción agraria de 2.500 millones de euros, hay que apoyarlo. En este contexto, a una empresa, TPM, históricamente asentada allí, líder y solvente, se le abre un problema de circulante, pues cobra a 120 días. Antes, acudía al banco, entregaba el papel y le daban el dinero para cubrir ese desfase temporal. Pero ahora, ¡los bancos lo están haciendo fatal! Han pegado un cerrojazo y no están discriminando a las compañías solventes, sostén de la economía andaluza y que nada tienen que ver con el ladrillo. ¿Qué si van a venir más? Seguramente.

-¿Y?

-¿Cuál es la obligación del Gobierno andaluz? Dedicar el esfuerzo a sostener el tejido productivo, del sector que sea. En ello nos va el desarrollo. Si tenemos que avalar, prestar, hablar con la banca, lo haremos. No se puede estar pasivo.

-¿Hay crisis en el campo?

-No. ¡Se habla de crisis desde los 80 y año tras año el campo bate sus récords de producción! Es verdad que bajamos empleo y, a pesar de las ayudas a la instalación de jóvenes agricultores y al Plan de Desarrollo Rural, que aún no ha revelado toda su potencialidad, es un proceso difícil de evitar, aunque siendo los que más población activa agraria tenemos, somos los que menos efectivos perdemos. Eso, al menos aquí, no es sinónimo de atraso, como dicen los economistas tradicionales. Hay que darse una vuelta por Castilla y León o Galicia para darse cuenta del despoblamiento rural. No. No creo en absoluto que la agricultura esté en crisis, sino en modernización constante, y ha superado reformas europeas, procesos de apertura de mercados, enfermedades ganaderas?

-El campo llora mucho...

-No. Los agricultores necesitan expresarse con libertad, y cuando se quejan en la mayoría de las veces tienen razón. El agrícola es de los sectores más sensibles a los cambios, pero se adapta rápidamente a todo. Habrá explotaciones que no puedan seguir como panaderos o bares que tengan que cerrar.

-En la anterior legislatura se hizo un esfuerzo para solventar el retraso acumulado en las ayudas agroindustriales. ¿Comó está la situación?

-Liquidada. Tras sacar todo el atasco, hemos abierto una novedosa convocatoria para las grandes empresas [más de 200 millones de facturación y 750 empleados], para las que, hasta ahora, no teníamos línea de incentivos, pues así lo imponía el Feader, de ahí el riesgo de perder inversiones de compañías que habían puesto sus ojos en nosotros y podrían irse a otras regiones. Es dinero autofinanciado, de la comunidad, no a costa del de las pymes. En suma, tenemos la línea tradicional liquidada, la de grandes empresas y a ver cómo viene el Presupuesto para otra de las ayudas tradicionales para I+D+I.

-¿Para cuándo esa ventanilla?

-Si podemos, para 2009.

-¿Qué atractivo tenemos para que se fijen en nosotros?

-Pues la agricultura, la pesca y la ganadería más diversificadas, una Administración que apoya a las compañías agroalimentarias y un mercado de más de 8 millones de habitantes, que en periodos punta del turismo son 14 millones. Y algo importante. En el futuro acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos, un punto muy positivo es que todos los productos elaborados comunitarios entren en este país libre de aranceles, de ahí que tengamos que poner en valor qué significa Andalucía para el norte de África y no sólo con Marruecos, sino también con Argelia y Túnez, que suman 90 millones de habitantes y mantienen buenas relaciones y comunicaciones con nuestra comunidad.

-Perspectiva nueva, no es la invasión del tomate marroquí...

-Con los vecinos, uno tiene que entenderse y las relaciones comerciales son más complejas que un producto o un conflicto latente.

-La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ha dicho no a nuevos regadíos. ¿De acuerdo?

-Sí. Ya no hace falta poner hectáreas de secano en regadío. La superficie es ya muy alta. Si dentro de cinco años las obras de modernización y los recursos hídricos disponibles permiten un crecimiento sostenible del regadío, pues se discutirá cuánto y dónde.

-¿Y con Medio Ambiente, bien?

-Estupendamente. Yo tengo sensibilidad ambiental contrastada y la consejera de Medio Ambiente, sensibilidad agrícola contrastada.

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