Los empresarios siempre han apoyado la construcción del símbolo económico que representa la Torre Pelli de Cajasol. Pero ayer, el presidente de los patronos andaluces, Santiago Herrero, echó un capotazo a Antonio Pulido y escenificó públicamente su respaldo al rechazar que primen "criterios estéticos" antes que de inversión.
La torre diseñada por el arquitecto César Pelli que será, además de sede, el emblema de la caja de ahorros sevillana Cajasol, pasa por horas bajas. El cuestionamiento planteado por la Unesco ha generado un aluvión de críticas al proyecto. Pero entre todas las voces, ayer se alzó una alta y clara, en sentido contrario.
El presidente de la CEA, Santiago Herrero, aprovechó la conferencia que impartió ayer en el Foro Innovatec -y en la que Antonio Pulido intervino como presentador- para romper una lanza en favor de la iniciativa y escenificar públicamente su respaldo.
Herrero aseguró no entender que se primen" los criterios estéticos frente a una gran inversión económica" y, para ello, se basó en que la torre de 178 metros y promovida por la sociedad Puerto Triana -participada mayoritariamente por Cajasol- "no se levantará en el Centro de la ciudad ni en un espacio protegido".
Por esta razón, hizo un llamamiento para no obstaculizar el proyecto y para establecer "un orden de prioridades y valores de equilibrio". Y es que, según argumentó, "con casi un millón de parados en Andalucía se debería ser más equilibrado respecto al desarrollo o estética sostenible o impactos visuales", ahondó. Pero no fue su única alusión sobre proyectos de la ciudad. Tablada se coló también en su alocución para servir como ejemplo de lo que, a su juicio, no debe hacerse ante el binomio actividad empresarial y desarrollo sostenible y protección medioambiental.
"Qué sentido tiene -se cuestionó- que se acuerde por unanimidad de todos los partidos políticos incluirlo en el catálogo de espacios protegidos de Andalucía, ya que si alguien tiene una idea para hacer una inversión tendrá que irse a otro lugar". Los políticos "olvidan que sus decisiones tienen un gran impacto sobre el territorio. Si ellos lo ponen difícil, las empresas se moverán", advirtió.
La polémica sobre la construcción de la torre cobró fuerza el pasado lunes, después de que el domingo el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que precisamente se reunía en Sevilla, pidiera que se frenaran las obras. La Unesco mostró su preocupación porque el Estado español no le hubiera remitido antes del inicio de las obras información sobre el proyecto de la torre y su impacto sobre los bienes declarados Patrimonio de la Humanidad de Sevilla, que son el conjunto de la Catedral y la Giralda, el Archivo de Indias y el Alcázar.
