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La escuela de verano para discapacitados de Dos Hermanas se hace pirata

La escuela de verano para discapacitados, que organiza la concejalía de Bienestar Social de Dos Hermanas, tuvo una sorpresa ayer, cuando participaron en una gran yincana en la que tenían que disfrazarse de piratas. Resultó un día divertido en el que el agua fue el elemento fundamental.

el 16 sep 2009 / 07:21 h.

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La escuela de verano para discapacitados, que organiza la concejalía de Bienestar Social de Dos Hermanas, tuvo una sorpresa ayer, cuando participaron en una gran yincana en la que tenían que disfrazarse de piratas. Resultó un día divertido en el que el agua fue el elemento fundamental.

La escuela de verano para discapacitados que organiza el Ayuntamiento de Dos Hermanas trata de ofrecer ocio en las vacaciones a estos jóvenes y de paso un alivio para los padres que los cuidan durante todo el año. No todos los días son como los de ayer. Por eso la yincana generó tantas expectativas entre ellos.

La temática de este año giraba en torno al agua y para ello todos se disfrazaron y maquillaron como si fueran piratas. Luego, los participantes se divirtieron con juegos adaptados a sus necesidades por la empresa Oriens Gestión Cultural, que por tercer año consecutivo colabora con el Ayuntamiento de Dos Hermanas en uno de los días más importantes para la escuela de verano. Una hora más tarde comenzaron los juegos de alta mar, como los llaman los pedagogos, y los alumnos tuvieron que simular toda una batalla de barcos, como si se encontrarán en pleno siglo XIX. Sólo que esta vez los cañones fueron pelotas de goma. El que consiguiera meter más bolas en el navío enemigo ganaba la contienda. Para finalizar, los organizadores prepararon una actuación de títeres en la que se narraron cuentos de los piratas más ilustres de la época.

Sin embargo, en medio de todos estos juegos se produjo un suceso lógico, aunque no previsto por los monitores. La mañana de ayer fue calurosa y tanto niños como organizadores lo sabían, así que los alumnos acabaron usando las pequeñas piscinas instaladas para los juegos para darse un baño y volver a casa refrescados tras la gran jornada.

Según los organizadores, con esta propuesta los participantes aprenden a involucrarse en la vida social, a conocer, respetar y disfrutar de actividades en equipo y a utilizar los sentidos para la exploración e identificación de las propiedades de distintos objetos y de las sensaciones y percepciones obtenidas a partir del exterior. Todo en un ambiente de diversión que para eso estos jóvenes están de vacaciones.

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