La huelga de los controladores aéreos franceses pasó ayer factura al aeropuerto sevillano de San Pablo, donde se cancelaron la mitad de los vuelos que recorrían el espacio aéreo galo, que ha quedado restringido por las protestas, según informaron fuentes del aeródromo. De los doce vuelos previstos ayer sumando salidas y llegadas, seis tuvieron que ser suspendidos, mientras que el resto sufrió retrasos que, en casos como el vuelo rumbo a Charleroi (Bélgica), que tenía previsto partir a las 19.10 horas, fue de casi cuatro horas para embarcar y se anunciaban otras dos más de espera dentro del avión. El primer vuelo cancelado fue el Ginebra-Sevilla tanto salida como llegada, algo que se extendió ya a la tarde en otros vuelos, como el que conecta el aeropuerto de San Pablo con el de Orly (París) o el aeropuerto holandés de Eindhoven. Sólo son los efectos de la primera jornada de la huelga de tres días convocada por los controladores franceses como señal de protesta por la creación de un Cielo Único Europeo y los efectos que señalan en la seguridad y sus condiciones de trabajo. El sindicato francés SNCTA afirma que en momentos en los que el tráfico aéreo está a la baja, la Comisión Europea proyecta un plan sin precedentes de bajada de costes que implicará la reducción de ingresos del sistema de control aéreo francés que a su juicio afectará a los profesionales del servicio.