A dos meses y medio de que arranque la XVIII Bienal de Flamenco, la institución que la organiza, que es el Ayuntamiento, todavía no sabe cuál será exactamente la colaboración que le prestará la Junta de Andalucía, que cada edición ha participado activamente en este certamen pero que en la última cita ya recortó su ayuda suprimiendo la subvención que aportaba la Consejería de Turismo. La Consejería de Educación y Cultura sí se encuentra en negociaciones con el director del festival, Cristóbal Ortega, que explicó ayer que la participación de este departamento será similar a la de otros años, cediendo el Teatro Central, locales para ensayos y personal. En cuanto a la colaboración económica, dijo que espera que se repitan los 100.000 euros que se concedieron en 2012. La gran novedad es que el Ayuntamiento y la consejería están negociando la participación del Ballet Flamenco de Andalucía, la compañía pública que se había quedado fuera de la programación oficial, puesto que ya había estrenado en Sevilla su último espectáculo En la memoria del cante: 1922, creado por Rafaela Carrasco. «Si la compañía de la Junta está finalmente en la Bienal, lo hará con una obra que será estreno mundial», aseguró Ortega, que no quiso dar más detalles. Sí aseguró que sólo aceptaría una obra completamente nueva y que no podría aceptar ni siquiera una versión diferente de la creación de Rafael Carrasco. El director también aseguró que sigue adelante su intención de programar un gran espectáculo flamenco en la Torre de Don Fadrique, en el antiguo convento de Santa Clara, cuya rehabilitación está programada para el mes de agosto. La delegada de Cultura, María del Mar Sánchez Estrella, apuntó que todo está pensado para que la obra esté lista para la Bienal y que confía en que no haya «sorpresas». El certamen planea inaugurar la torre con un montaje, si bien aún no ha determinado la fecha.
