La patronal española aprieta para colar un recorte de los derechos laborales en el diálogo social. A la Junta le "preocupa" que Santiago Herrero, presidente de los empresarios andaluces y dirigente de la CEOE, se "contagie" de estas reivindicaciones y esto pueda paralizar el VII Acuerdo de Concertación.
El diálogo social en España está enquistado por las pretensiones de la patronal que, aprovechando la crisis, propone un contrato que llama del siglo XXI y que básicamente es un abaratamiento del despido. En Andalucía, también está bloqueado el VII Acuerdo de Concertación que negocian Junta, empresarios y sindicatos. El Gobierno andaluz teme que la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) se "contagie" de las reivindicaciones de la organización a nivel nacional y que esto pueda torpedear los quince años ininterrumpidos de paz social en la comunidad.
Ayer cumplía el plazo que UGT y CCOO marcaron para cerrar el acuerdo, pero la crisis aleja aún más las posturas de sindicatos y patronal. El presidente andaluz, José Antonio Griñán, confesó estar "preocupado" por el desarrollo de las conversaciones en Madrid. "Estoy preocupado no por la Concertación en Andalucía, pero no me está gustando el diálogo social a nivel nacional", aseguró. Criticó que una de las partes -en referencia a la CEOE- pretende convertirlo en un "proceso bipartito", que puede arruinar la negociación. Por eso pidió a la CEA que "no se contagie" de los planteamientos "estrictos" y que, en vez de eso, exporte a Madrid los seis acuerdos "modélicos" que se han alcanzado en Andalucía. A la Junta le inquieta que la persona que lleva las riendas de la Concertación, Santiago Herrero, sea también quien está dirigiendo el proceso de negociación colectiva en la CEOE.
Griñán hizo esta reflexión en su primera visita institucional a la sede de UGT-A desde que es presidente. El secretario general del sindicato, Manuel Pastrana, también trasladó al jefe del Ejecutivo su demanda inamovible para sellar el VII Acuerdo: que los empresarios "desbloqueen" la negociación colectiva y se comprometan a cumplir los convenios colectivos. "Hay múltiples problemas más", advirtió Pastrana. No obstante, ofreció a Griñán toda su "complicidad" para trabajar "contra quienes sólo defienden modelos para beneficiar a unos pocos".
El presidente mostró un optimismo moderado a la hora de vaticinar el final de la crisis. Sostuvo que hay elementos -"no sé si son brotes verdes", dijo- que indican que se ha tocado fondo, pero apostó por continuar tomando medidas contra la recesión y contra el paro porque pronosticó que el otoño "suele y puede ser duro". "Hemos podido tocar fondo, y es verdad que hay elementos que indican que lo peor puede haber quedado atrás. Estamos en el punto más bajo de la crisis, pero no quiero lanzar las campanas al vuelo", señaló. Griñán insistió en que Andalucía no puede salir de la crisis "repitiendo los mismos errores del pasado" y no ocultó su "miedo" a que las "prisas lleve a la gente a hacer las cosas como se hacían antes". Explicó que para superar esta dura situación económica el sector financiero no puede volver a apoyarse en la especulación. Tiene muy claras sus recetas: sostenibilidad en todos los ámbitos y la educación.
