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La mitad de los niños de 15 años ya fumó

El número de chicas fumadoras supera al de chicos. Si los padres fuman se triplica el riesgo de que sus hijos también lo hagan en un futuro

el 11 mar 2011 / 11:10 h.

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Aunque empieza a estar mal visto y aunque las generaciones futuras fumarán menos que las de hace 40 o 50 años, las estadísticas sobre el tabaquismo en la adolescencia asustan. El 22% de los niños de 13 años ha probado el tabaco y más de la mitad de los de 15 años ya fumaron.

Éstos son algunos de los resultados del programa de prevención del tabaquismo de 2010 promovido por la Delegación de Salud y Consumo del Ayuntamiento y puesto en marcha por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) entre alumnos de segundo y tercero de ESO de los 36 centros educativos de Sevilla que lo solicitaron. En el estudio participaron, en total, 3.056 jóvenes.

La delegada de Salud y Consumo, Teresa Florido, explicó que si a los 13 años un 1% de los jóvenes es fumador diario, con 15 años este porcentaje se multiplicó por doce (12%); y que si un 8% de los niños de 13 años son fumadores esporádicos, con 15 años este dato se duplica y llega al 16%.

Santiago Delgado, psicólogo responsable del proyecto, aseguró que, haciendo una proyección estadística basada en la "ficción sanitaria", si los chicos que fuman ocasionalmente se convierten en fumadores diarios habría un total de 520 enganchados a la nicotina que "con 40 años habrían gastado 40.000 euros en hacerse daño a la salud y, de ellos, 156 tendrían cáncer".

"Lo importante es que sepan que les están enganchando, que el tabaco es una droga de diseño y que tienen que ser rebeldes contra el tabaco", apostilló, tras afirmar que los que fuman no están marginados, pero no están bien vistos entre sus compañeros que no fuman, que son la mayoría.

Según las encuestas realizadas en los colegios, el 34,7% de las chicas de 15 años fuma de forma ocasional o diaria, frente al 22,6% de los niños de la misma edad que también lo hacen.

¿Y a qué se debe este aumento del número de niñas que empiezan a fumar? Según Delgado, a los "mitos arraigados". En primer lugar, porque las chicas creen erróneamente que si se fuma se mantiene el peso, la línea. Una creencia ligada a que cuando se deja de fumar algunas personas engordan. En segundo lugar, las jóvenes recurren al tabaco para conseguir "igualdad de roles". Antes sólo eran los hombres los que fumaban, así que ahora también lo hacen ellas. "Ya nos planteamos trabajar con chicas de forma específica. Nos cuesta trabajo llegar a ellas, al igual que también lo es llegar a los padres", denunció Delgado.

La influencia de los padres, de hecho, es clave: el hecho de que el padre y la madre no fumen determina una ausencia de esta hábito en el 88,4% de la población adolescente. Si los padres fuman, se triplica el riesgo de que sus hijos también lo hagan respecto a los niños con padres no fumadores. Si las colillas las tira sólo un progenitor, el riesgo se duplica.

Barrios como el Polígono Sur, Norte, Tres Barrios, Amate y Torreblanca cuentan con más niños que han probado el tabaco, con más fumadores y con hogares con más presencia del tabaco, según el estudio presentado ayer por sus responsables.

Julio Cuesta, presidente de la junta provincial de la AECC en Sevilla, remarcó que la prevención y la concienciación es clave para frenar el tabaquismo y el cáncer. "El efecto y el coste de estas campañas no es comparable porque evitamos la enfer-medad y el sufrimiento", defendió. Cuesta aseguró que sería muy interesante hacer un seguimiento a una muestra de estos niños en los próximos cinco años.

Fumar en cachimba se pone de moda entre los jóvenes

Santiago Delgado, psicólogo responsable del programa de prevención de AECC y el Ayuntamiento, aseguró ayer que en la próxima campaña se analizará el consumo de tabaco con cachimbas o pipas de agua, ante el uso "espectacular" entre los jóvenes. "Creen que casi se trata de la dieta mediterránea, que están fumando frutas", ironizó tras advertir de que ni los padres saben que lo que se fuma también es tabaco. "Además, tiene riesgos porque se acerca al hecho social de fumar", incidió. Delgado explicó que cuando llegan a los colegios simulan un juicio al mundo que rodea al tabaco donde los alumnos valoran las pruebas que él, en el papel de fiscal, aporta: los efectos en la salud, el coste, las mentiras sobre sus componentes...

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