I. Alonso / O. Granado
Un total de 62 consistorios de la provincia (el 57,41%) se acogerá al Plan de Ayuda Financiera de la Diputación de Sevilla, que cuenta con un presupuesto de 8.725.500 euros para aliviar algunos de los problemas que padecen las haciendas locales. Se quedan fuera nueve de los 71 que demandaron auxilio.
Un equipo técnico está actualmente ajustando las cantidades finales que le corresponderán a cada uno, aunque ya se conoce que las cuantías oscilarán entre los 30.000 y los 600.000 euros, con una media de subvención de 150.000 para cada pueblo.
La mayoría (37,1%) son del área metropolitana, mientras que el resto se distribuye así: Bajo Guadalquivir (9,68%), Campiña (11,29%), Vega (12,90%), Los Alcores (1,61%), Sierra Norte (14,52%) y Sierra Sur (12,90%). Todos cumplen el requisito básico: tener un remanente de tesorería negativo en la última liquidación aprobada.
Pero este balón de oxígeno no contenta a todos. Los pocos municipios que tienen sus cuentas al día -los que no solicitaron las subvenciones- se sienten marginados pese a haber hecho las cosas bien. Son esos alcaldes que, aunque comprenden la situación crítica de otras administraciones locales, también inciden en que hay otros que han practicado "la política de despilfarro" y que encima ahora van a ser beneficiados.
"Cuando llevaban a Isabel Pantoja a su feria, yo me quedaba con una orquesta". El concejal de Hacienda de Fuentes de Andalucía, Juan Martínez, expone un ejemplo repetido por todos los que se han quedado fuera del reparto de la tarta porque no pueden justificar un remanente de tesorería negativo.
El Garrobo, Herrera, La Puebla de Cazalla, Los Molares o Fuentes de Andalucía son algunos de los pocos municipios que han cumplido con sus cuentas y que ahora se ven privados de la subvención, lo cual ha generado malestar. "Estamos castigados por hacer las cosas bien", afirma con rotundidad el alcalde de El Garrobo, Bernardo Alcón (PSOE).
En los mismos términos se expresa el alcalde de Herrera, Custodio Moreno (PSOE), que no llega a comprender cómo "se financia a quien no hace sus deberes y, sin embargo, dejan fuera a los que llevan 21 años cumpliendo en la gestión del gasto público". Con esta tesitura, el regidor plantea una idea algo peligrosa en voz alta: "Parece que al final habrá que endeudarse".
El alcalde de La Puebla de Cazalla, Antonio Martín (IU), da un paso más e incluso sugiere la posibilidad de que todos los consistorios afectados se unan para que se tenga en cuenta su situación a la hora de la concesión de partidas.
Eso sí, precisa que no van en contra de "los que lo están pasando verdaderamente mal", sino que quieren advertir que también hay municipios que ya implantan "una economía de guerra". El explica su caso: "En 1997 se puso en marcha un plan de saneamiento para saldar los cobros y ahora que por primera vez se logra un remanente de tesorería positivo, nos sirve para quedarnos fuera del paquete de subvenciones".
Pero la verdad es que, aún llevando una buena gestión, estos consistorios tampoco "están para tirar cohetes". Ése es el pensamiento del alcalde de Los Molares, José María Moreno (IU), que tiene claro el quid de la cuestión, que no es otro que las administraciones locales "no pueden con la carga que tienen y así es muy difícil que puedan tirar para adelante, por lo que sólo queda cambiar un sistema que lleva años sin funcionar", en referencia a la anunciada reforma de las haciendas locales.
Junto con los citados, entre las administraciones locales que no han pedido su adhesión al programa figuran Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, La Rinconada, Tomares, Castilleja del Campo, Espartinas, Gerena, Guillena, Mairena del Alcor, Paradas y Salteras, según la información aportada por los propios consistorios.
De todas las solicitudes recibidas el que mayor deuda presenta es el Ayuntamiento de Écija con unos 90 millones de euros -su presupuesto municipal no llega a los 40- debido en gran parte a la sangría que le supuso hacerse cargo hasta hace un año del hospital San Sebastián.
