Morgan de Sanctis dejó ayer de ser jugador sevillista. Hacia ya casi un mes que todas las partes -jugador, Nápoles y el propio Sevilla- habían acordado su salida, pero algunos trámites burocráticos y ciertas garantías de pago retardaron la oficialidad del traspaso, que deja en las arcas nervionenses 1,7 millones de euros, si bien ninguna de las partes ha hecho oficial la cifra.
De Sanctis abandona el club nervionense después de dos años en el club, si bien la última campaña estuvo cedido en el Galatasaray. Llegó en el verano de 2007 en virtud del artículo 17 del Estatuto del jugador de la FIFA, por el cual se desvinculó del Udinese a cambio de una cantidad que aún debe abonar el Sevilla. El TAS la fijará cuando decida sobre la denuncia del equipo italiano. En cualquier caso en el club hispalense esperan que esa cantidad esté en torno a los dos millones. En el conjunto blanquirrojo el guardameta internacional italiano apenas disputó ocho partidos de Liga y nunca pudo competir realmente con Palop, motivo de su regreso a Italia.
En cualquier caso, el club sevillista se desprende de un futbolista con el que no contaba Manolo Jiménez, que ha dado la alternativa al canterano Javi Varas como repuesto de Palop.
Con la salida del italiano -sin él y sin Maresca se queda el equipo sin transalpinos-, la sociedad presidida por José María del Nido consuma la que es la cuarta salida del verano, tras Mosquera, Crespo y Maresca.
En total, por los cuatro futbolistas el club ha ingresado alrededor de ocho millones de euros, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos se trataba de futbolistas devaluados en los últimos meses y cuyo caché lo ha marcado pertenecer al Sevilla. Es el caso de Mosquera, que tras su fracaso estrepitoso ha dejado en las arcas -según el club- unos 4,2 millones de euros, o el de Maresca, que se marcha al Olympiacos por 1,5 millones, aunque en función de objetivos puede elevarse la cantidad a los dos millones. Incluso por José Ángel Crespo, lateral canterano, el Racing de Santander puso dinero encima de la mesa para lograr su préstamo, cerca de 600.000 euros además de hacerse cargo de su ficha.
