Manuel Ruiz de Lopera, en su última visita al juzgado / Íñigo Hidalgo
La situación es un poco trivial pero el personaje es importante y sus palabras, también. El exmáximo accionista de la sociedad anónima deportiva que es el Betis, Manuel Ruiz de Lopera, coincidió anteayer de manera casual con unos periodistas mientras iba con su coche por la ciudad. Sin bajarse del vehículo, los saludó y les dejó una frase que viene muy a cuento porque refleja su estado de ánimo ahora que está a punto de concluir la instrucción del caso que contra él se sigue en el Juzgado número 6 de Sevilla. «Ya vamos a estar cogiendo el barco», dijo el exdirigente verdiblanco.
La aportación no quedó ahí. Antes de que sus caminos se separasen de nuevo, Lopera volvió a dirigirse a los periodistas. «Que sigan tirando la casa», comentó, en alusión a los actuales mandatarios béticos.
La aparición de Lopera, aunque sea de esta manera, coincide en el tiempo con la campaña que desde hace días ha emprendido el empresario navarro Luis Oliver para volver a reclamar lo que él considera que es suyo: las acciones de Lopera y, por tanto, el control del Betis. Los juzgados tienen la palabra.
