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Los ataques del clero como el mejor revulsivo

Los socialistas celebran el frente político de los obispos. Lejos de alarmarse por la beligerancia mostrada por el clero y por la intromisión que han protagonizado tras la multitudinaria concentración del pasado domingo, reaccionan con contundencia.

el 14 sep 2009 / 22:18 h.

Los socialistas celebran el frente político de los obispos. Lejos de alarmarse por la beligerancia mostrada por el clero y por la intromisión que han protagonizado tras la multitudinaria concentración del pasado domingo, reaccionan con contundencia. No sólo expresan su malestar por la actitud contraria del clero, en coincidencia plena con las posiciones más radicales del PP, sino que han descubierto en este asunto el resorte necesario para incentivar la reacción de su propio electorado. De buenas a primeras, en el tramo final de la legislatura, se han encontrado con un revulsivo que le regalan los de la Iglesia y que puede provocar un efecto no deseado por ellos como es la respuesta de los más próximos al PSOE que todavía se lo están pensando. Sólo con imaginar la hipótesis de una derecha española gobernada bajo los designios de lo más reaccionario del catolicismo, con Rouco a la cabeza, es suficiente motivo para no quedarse en casa el 9-M y, con el voto de cada uno, luchar para evitar que esta situación se pueda dar realmente. Esos ataques al gobierno de Zapatero, acusándolo entre otras cosas de menoscabar nada menos que los Derechos Humanos, son para no quedarse indiferente.

El clero en andalucía tampoco se ha quedado quieto

Hay quien piensa que la ausencia del Cardenal Amigo de la cita madrileña puede resultar muy significativa dando a entender así que en Andalucía la Iglesia marca las distancias. Sin embargo, nada hace pensar que esta interpretación sea correcta. Muchos de los que allí estuvieron procedían de nuestra tierra y en lo que se refiere a los prelados, cabe recordar que, recientemente, fueron, precisamente los Obispos andaluces, los que más duramente arremetían contra la reforma del Estatuto asumiendo las posiciones más radicales. Suponía una ruptura total con la trayectoria anterior en la que la Iglesia se involucró muy directamente, en los momentos decisivos de la transición, con las ansias de cambio y transformación de nuestra tierra. Ahora, ante el desmarque que protagonizaron, la mejor respuesta que obtuvieron en los distintos estamentos políticos fue la indiferencia para poner en evidencia el nulo efecto que tuvieron las tesis que propugnaban.

Precedentes de distintos pulsos al gobierno

Fue, además, nuestra comunidad, en esta materia también, adelantada en su tiempo en lo que se refiere al enfrentamiento institucional con la Iglesia. El conflicto más serio lo escenificaron los anteriores rectores de Cajasur con la Junta de Andalucía. Los populares encontraron aquí un ariete para tratar de desgastar al ejecutivo de Manuel Chaves propiciando uno de los pulsos más serios a los que se ha tenido que hacer frente. Fue, igualmente, en esta tierra en donde se comenzaron a observar las primeras manifestaciones lideradas por determinados curas. Esa contienda, sirvió, además, para que se desvanecieran de un plumazo los aires progresistas que se les atribuía a determinado cardenal quien acudió, raudo y veloz, al socorro de alguien que se ponía la normativa legal por montera. Y para colmo, el PP salió trasquilado.

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